- ¿Esperaban este arranque de Liga

-La verdad es que no. Estos primeros partidos puedes pensar que no han sido muy difíciles, pero si te paras y los miras bien, sí lo son. Te toca contra el Athletic en San Mamés, que es algo que suma para ellas, como sumaría para nosotras jugar en Anoeta; contra el Sevilla, que es un grande; el Villarreal, que viene con mucha fuerza; el Real Madrid, en Valdebebas... Han sido partidos difíciles ante rivales muy exigentes.

¿Qué le dice el dato de haber encajado un solo gol en cinco partidos?

-Eso habla muy bien del trabajo defensivo del equipo. Eso quiere decir que si los rivales han llegado, lo han hecho poco. Y que el trabajo defensivo ha sido muy bueno.

Y con Elene Lete ofreciendo un rendimiento soberbio. ¿Cómo se está encontrando?

-Súper a gusto. Esto para mí es un poco raro, el hecho de jugar tantos partidos seguidos en Primera. El año pasado jugué un solo partido y, quieras o no, la diferencia es grande entre jugar en el B o en Primera. El nivel cambia. Ahora he jugado en San Mamés, en Valdebebas..., pero la verdad es que me estoy encontrando muy bien.

Natalia Arroyo habla muy bien de usted en cada partido. ¿Siente la confianza de la entrenadora?

-Sí. Te da confianza que en los entrenamientos y en los partidos te esté viendo muy bien. Y luego, que te dé esas oportunidades también te da mucha confianza.

¿Esperaba comenzar jugando?

-No. Nunca hubiera pensado que iba a comenzar de titular, jugando todos los partidos, teniendo en cuenta además que el año pasado Adriana (Nanclares) jugó muchos partidos y se puso mucha confianza en ella. Este cambio no me lo esperaba.

A pesar de sus 19 años, la presión no le está haciendo ningún efecto...

-No. Me lo estoy tomando como si estuviera jugando partidos con el B, que suelen ser más tranquilos, centrada en cada partido y en cada momento.

¿Cómo recuerda su llegada a la Real?

-Solía hacer entrenamientos cada semana, entrenamientos de tecnificación de porteras. Fue poco a poco. Empecé jugando partidos amistosos, torneos como el de Andorra o el de Aretxabaleta... Cuando crearon el B, en la temporada 2018/19, me metieron en el equipo y eso ya fue para mí un paso adelante. Además, es el equipo en el que quería estar. Fue un sueño hecho realidad.

Con 17 años viajó a Granada con el primer equipo y ganó la Copa de la Reina...

-Sí. ¡Menudo subidón! Me dejaron calentar y todo. Yo viajé como tercera portera, pero el hecho de que me dejaran calentar y estar con todas las jugadoras, viviendo esa experiencia, fue algo inolvidable.

¿Cómo ha experimentado ese cambio de ser la tercera portera a ser ahora la titular? ¿Le está costando asimilar su nuevo rol dentro del equipo?

-La verdad es que no. Ha sido mucho cambio, pero lo asumo con tranquilidad. Veo que me está saliendo todo bien y veo que confían en mí y eso te da mucha calma. Estás mejor y con más confianza. Hay partidos en los que vas ganando por la mínima y en el tramo final claro que aparecen esos nervios. Eso es algo que sufrimos todas las jugadoras. Tienes esos nervios, pero al final, si sabes controlarlos, no van a pasar factura. Y que sepas controlar esos nervios es mejor para el equipo. Hay que intentar estar como si no pasara nada.

A la Real le están llegando muy poco, pero las veces que le llegan ahí está Elene Lete para desbaratar la ocasión del rival. ¿Se nota importante dentro del equipo?

-Sí. No solo yo. Creo que todas nos tenemos que sentir importantes. La verdad es que sí me estoy sintiendo importante. Contra el Sevilla, por ejemplo, una de las paradas, que fue muy buena, llegó cuando íbamos empate a cero. Al hacer esa parada al equipo también le das calma, tranquilidad para seguir haciendo su trabajo.

¿Se siente indiscutible?

-No, porque durante la semana no está nada decidido quién va a jugar. Estamos entrenando las dos muy bien. Solo cuando Natalia dice la alineación, el hecho de ponerte la camiseta y pensar que vas a poder luchar por conseguir otra victoria produce, en mi caso, mucho subidón.

¿Por qué decidió ser portera?

-Si te digo la verdad, al principio era delantera. En el Urola no teníamos ninguna portera e íbamos rotando en portería y me tocó. Tampoco éramos muy buenas. Nos caían muchos goles, perdíamos 10-0, 10-2... pero cuando me tocó a mí, vieron que lo hice muy bien. Nos seguían cayendo, pero no tanto. Igual perdíamos 6-0 o así. Me vieron cosas para ser portera y me vino el entrenador de porteros y me dijo: Vas a tener futuro. Si quieres ser portera, me dices y empezamos a entrenar. Fue Txema Benítez.

Se dice que para ponerse bajo palos hay que tener un punto de locura...

-(Risas) También. Eso va conmigo. No cualquiera se tira al suelo. Aunque la hierba sea natural o artificial, aunque esté un poco acolchado, al final tienes que saber tirarte.

¿Cuándo se empezó a creer que podía ser portera?

-En el Urola. Jugando la Azpeitia Cup un año me dieron el premio a la mejor portera y ahí me empecé a dar cuenta de que podía valer. Son torneos en los participan la Real, el Athletic... que son equipos grandes. Cuando ves que te dan el premio a la mejor portera, te lo empiezas a creer y piensas: Si meto caña, igual puedo llegar a cumplir mi sueño. Y mira...

¿Ha tenido un modelo en el que se ha fijado?

-Sí, Mariasun Quiñones. Siempre me he fijado en ella. Para mí es una pena que se haya ido.

¿Qué aprendió de ella?

-Muchas cosas. En mis primeros entrenamientos con el primer equipo, yo me preguntaba: ¿Dónde me he metido? Pero ella, Mariasun, estaba tanto conmigo, me apoyaba tanto que me sentía mucho mejor, como en casa. Ella me ayudó en muchas cosas, me corregía, y tener eso ha sido muy importante para crecer.

¿Cómo se define como portera?

-En el uno contra uno y en el juego aéreo voy muy bien.

Se le ve muy fuerte físicamente...

-En Zubieta entrenamos mucho y hacemos mucho gimnasio. También hago algo aparte, pero con la caña que nos meten en Zubieta es más que suficiente. Si meto más, igual llego al entrenamiento muy cansada (risas).

Había muchas dudas al inicio de la temporada, con todas las bajas que había sufrido el equipo, sobre cómo iban a responder, pero la respuesta ha sido la mejor. ¿Cuál ha sido la clave?

-El equipo está muy bien. Estamos muy unidas y eso se ve en el campo. No es que hayamos ganado cinco partidos de cinco y es por suerte... No, se ha visto en el campo que lo hemos peleado y que nos hemos merecido la victoria en todos los partidos. La clave del éxito es el trabajo y el creérselo. Es cierto que se han ido muchas futbolistas, pero también han venido unas cuantas. Y las que han venido lo han hecho con ganas de darlo todo y de formar parte de este equipo.

Ni la falta de experiencia está pudiendo con esta Real...

-Somos un equipo muy joven. Tenemos una media de 21 años de edad y eso hace que tenga más mérito lo que estamos consiguiendo. Esa falta de experiencia la tenemos con algunas del equipo, pero casi todas tenemos experiencia con los diferentes equipos en los que hemos jugado.

Y ahora llega el Rayo, a priori, un rival asequible. ¿Cuentan con el seis de seis?

-Esperemos que sí, porque luego el calendario se complica con partidos ante Barcelona, Levante o Atlético de Madrid. Vamos a intentar seguir sumando puntos.

¿Ve al equipo capaz de hacer frente a equipos como el Atlético de Madrid o el Levante?

-Claro que sí. Veo al equipo con muchas fuerzas, con muchas ganas. Ver que hemos ganado al Real Madrid, por mucho que ahora no esté atravesando por un buen momento...; si ves una por una a las jugadoras que tienen, son muy buenas. Y nosotras hemos ganado. Si lo hemos hecho, ¿por qué no podemos hacerlo ante los demás rivales?

Jugar en Zubieta con gente les pone las pilas, ¿no?

-Sí, sí. Te motiva mucho ver a tu gente ahí animándote. Hemos echado mucho de menos a la afición. Jugar sin tus seguidores era muy soso, muy triste. Nos animábamos nosotras, pero no es lo mismo. Ahora eso ha cambiado.

Y ahora a la que animan es a Elene Lete...

-Sí. Antes te alegrabas mucho con los triunfos de tus compañeras, porque lo sentías como tuyo, pero ahora verte ahí, dentro, sobre el terreno de juego, y que te animen, sientes muchas cosas.

"En el uno contra uno y en el juego áereo voy muy bien; me fijo en Mariasun Quiñones, que me ayudó mucho y con ella me sentía mucho mejor"

"En el Urola no teníamos portera y rotábamos. Cuando me ponía yo, pese a caer 6-0, lo hacía bien, y me dijeron que iba a tener futuro"