-¿Cómo ve a este Cádiz?

-Creo que le ha faltado un poco de suerte en los tres partidos que se han jugado hasta la fecha a diferencia de lo sucedido en el inicio de la temporada pasada, en la que conseguimos muy buenos resultados. Pero las sensaciones son buenas a excepción de los últimos cuatro minutos frente a Osasuna. Pese a todo, está dando esperanza a todo el mundo por su juego y por su forma de trabajar.

Y llega la Real, un hueso, ¿no?

-La Real siempre ha sido un hueso. Siempre ha tenido un buen conjunto y siempre ha sabido a lo que jugaba. Eso es importante. Es un equipo que siempre ha tenido unas características muy especiales y eso siempre ha desarbolado a los demás equipos. Ante las adversidades han sabido superarse y siempre han tenido un criterio propio del juego, que es lo que creo que el Cádiz ha hecho estos últimos años con Álvaro Cervera.

Usted le vio a la Real ganar títulos, ¿qué opinión le merece que haya vuelto a ganar uno 34 años después?

-A mí la Real siempre me ha parecido un equipo muy potente, con mucha fuerza. Ha tenido malas épocas, como todos, pero siempre ha sido un equipo con gente muy técnica, como la que hubo en mi época con Zamora, López Ufarte... Aquella época fue memorable. La Real para mí siempre ha sido un equipo grande porque lo ha demostrado. Me acuerdo de los Satrústegui, Bakero, Uralde... Ha habido varias etapas en las que la Real siempre ha sido un equipo grande para nosotros. Eran muy difíciles de ganar en su casa y fuera tenían un juego muy valorado. Los equipos chicos siempre hemos sabido pelear contra los grandes, pero la Real, ante todo, siempre han interpuesto su criterio y su forma de jugar.

Usted jugó en Atotxa. ¿Cómo lo recuerda?

-Sí. Jugué muchos años. Me acuerdo de un partido en el que perdimos claramente y nos pitó el recordado Emilio Guruceta. Y nos marcaron todos los goles de córner, que era lo habitual. Siempre era lo mismo. Centraba López Ufarte y remata o Satrústegui o Uralde o Bakero, que eran los que remachaban de cabeza. Haber estado diez años jugando en Primera me dio muchos años de poder jugar a fútbol y hacerlo contra la Real. Allí son amantes del fútbol. A mí siempre me ha gustado el fútbol que proponía la Real.

¿Guarda alguna anécdota de aquellos enfrentamientos?.

-(Risas) La principal es la pelea que tuve con Guruceta aquel partido del que te hablo. A los dos años, murió en el accidente. De los enfrentamientos con la Real, sobre todo aquí en Carranza, recuerdo uno que empatamos a uno. El gol se lo dieron a Marcelo, pero creo que yo lo toqué. Después hubo una semana de disputas de quien había marcado el gol. En ese partido dejamos el césped más alto para que la Real estuviera más incómoda. Salió bien la jugada. Hubo también buenos partido contra la Real cuando yo jugaba en el Zaragoza, que por aquel entonces era un equipo fuerte. Siempre era bonito jugar contra a Real Sociedad.

La gente guarda un recuerdo muy especial de aquel Cádiz. ¿Es consciente de ello?

-Sí. Además transmitíamos pelea, lucha, pero no éramos un equipo torpe. También sabíamos jugar. Teníamos muy claro que éramos unos guerreros. Nos salvábamos a última hora y eso era cariñoso para la gente porque la entrega y la lucha siempre la teníamos. Éramos un equipo bastante joven, y eso llegó a muchos corazones y a mucha gente. Lo disfrutábamos mucho porque la mayoría de los jugadores del Cádiz habíamos salido desde los juveniles, como la Real, que era un equipo de cantera. Ganáramos o perdiéramos la imagen siempre era buena.

Y jugó con el 'Mágico' González...

-Llegó y nos dio ese extra de calidad. Era un monstruo del balón, independientemente del tema de su comportamiento fuera del campo. Para nosotros era muy importante. Era un futbolista criticado por sus formas, pero nunca dejó de jugar un partido por lesión. Lo jugaba todo. Era lo difícil de una persona que no se cuidaba para ser tan grande y jugar tantos minutos.

¿Era tan bueno?

-Sí, fuera de lo normal. No ha habido futbolista como él, nunca. Para mí, Johan Cruyff ha sido de los más grandes y de los que más clase ha tenido. Después han habido jugadores como Maradona, Messi, Cristiano, pero de los más completos, para mí, Cruyff. Mágico era diestro y le pegaba perfecto con la izquierda. Realizaba jugadas individuales, de llegar de un área hasta la otra. Yo, tan completo como El Mago, no lo he visto.

Me dicen que Pepe Mejías no le andaba a la zaga...

-(Risas) Estuve ahí bastantes años poniendo goles y haciendo goles, que la verdad era difícil. Jugar de media punta, dar esos pases de antaño de 40-50 metros al pie, marcar goles, cambio de ritmo... La verdad es que contento porque aparte de todo lo que digan de mí, que estoy muy agradecido, yo me he sentido satisfecho dentro del campo disfrutando y haciendo disfrutar a la gente que era lo más importante, como futbolista y como persona.

¿Es bonito volver a ver al Cádiz de nuevo en Primera?

-Sí, sobre todo para nosotros, que hemos estado ayudando en los momentos más bajos de Segunda B, incluso en esos días de una posible desaparición, hemos estado al pie del caño, sin cobrar. Ha sido un sufrimiento total, pero cuando llegan estas cosas, por fin ves que vamos a tener tranquilidad. Ahora porque estamos en Primera, pero ya, llegando a Segunda, ya por lo menos respirábamos un poquito, porque veías que el club se va recuperando. Llegas a Primera y te enfrentas de nuevo a equipos que nosotros queríamos ver como el Real Madrid, el Barcelona, la Real Sociedad....Ya esto es otra cosa y respiras aliviado.

¿Cómo lleva eso de que el campo se llame el Nuevo Mirandilla y no el Ramón de Carranza?

-Fatal. Se han equivocado, pero hay una guerra política ahí que no merece la pena. Todo se debe a la Ley de Memoria Histórica. Yo lo he dicho en prensa, a boca llena, a mi abuelo lo fusilaron, yo lo sé, pero la vida continúa. No hay que mirar hacia atrás. No conocíamos al tal Ramón de Carranza, lo que conocíamos era nuestro estadio. Lleva tantos años construido y lo llamaban Ramón de Carranza sin darle importancia ninguna. Antes me has hecho una pregunta y sigo hablado del Ramón de Carranza. Y así lo seguiré llamando.