Desde el 22 de mayo en Almendralejo, fecha y sede del recordado ascenso, sabíamos todos que cosas así iban a ocurrir. Y pasaron en Cartagena, por primera vez este curso. Un Sanse lastrado por las bajas no mereció perder en territorio murciano. Pero lo hizo víctima de un gol en el descuento que los locales anotaron solo segundos después de que el filial txuri-urdin botara un córner a favor. Gajes del oficio. Porque la acción decisiva, revisada a conciencia, tampoco depara errores groseros. Martón tapaba como podía, quizás algo tibio en segunda instancia, la banda que había dejado libre Ander Martín al encargarse del saque de esquina. Ezkurdia venía de defender dentro a su par. ¿Quizás debió saltar al centrador con mayor agresividad? Y Aldasoro ayudaba en el área a los centrales, como llevaba haciendo brillantemente desde el minuto diez. Dio igual. El cabezazo de Ortuño superó a Ayesa, e implicó para los de Xabi Alonso recibir la primera vacuna de la temporada.

Desgraciadamente, aquí la cifra de pinchazos no se asemeja a la del covid. Y es que ya le gustaría al Sanse quedar inmunizado mediante solo dos citas con la jeringuilla. Al filial realista le va a tocar afrontar muchas más, lo cual resulta intrínseco a la propia competición y no significa, ni mucho menos, que el equipo haga las cosas mal. En Cartagena acertó con muchas. Y también flaqueó en algunas, dentro de un encuentro que, si difirió de los anteriores en el resultado, también resultó muy distinto en cuanto a su desarrollo. El equipo local fue, con traineras de distancia, el rival más atrevido al que se han medido hasta la fecha los de Xabi Alonso, lo que llevó la contienda a un contexto mucho más abierto. Pudo salir cara. Terminó saliendo cruz.

Que íbamos a asistir a una película diferente quedó ya muy claro para el décimo minuto de partido. En el primero, un robo de Sangalli permitió al Sanse firmar una buena transición, con Garrido sirviendo a Lobete para que el remate de este lo detuviera Marc Martínez. El Cartagena, expuesto desde el arrranque, no tardó en responder, haciendo muchísimo daño al 4-4-2 que los guipuzcoanos dibujaban en fase defensiva. ¿Cómo? Con la posición del debutante Dauda, un mediapunta ghanés cedido por el Anderlecht que hizo diabluras a la espalda de Aldasoro y Sangalli, generando buenas oportunidades.

No entró ninguna, por lo que puede decirse que el tempranero ajuste de Xabi Alonso llegó a tiempo. El Sanse pasó a defender en 4-1-4-1 para tapar mejor los carriles interiores. Y además optó por no saltar con Valera al central derecho local, cuando el Cartagena ejecutaba su salida de tres y proyectaba al lateral diestro Delmás. El técnico txuri-urdin cerró así el grifo y permitió a los suyos comenzar a asentar su juego. Recuperaron la habitual estructura ofensiva, retrasando a Blasco junto a Urko y Arambarri. Fueron poco a poco encontrando por dentro a Garrido y al mismo Valera. Y las oportunidades volvieron a ser blanquiazules, principalmente en un disparo al palo de Naïs, una internada del propio Garrido y un remate lejano de Sangalli. Una pérdida de Aldasoro en salida propició una clara opción para Gallar antes del descanso. Pero se llegó a este con la sensación de que, en líneas generales, lo peor ya había pasado.

La tónica se mantuvo tras la reanudación, dentro de un partido que, lógicamente, perdió ritmo de forma paulatina. Pocas cosas cambiaron a nivel táctico, más allá de la permuta txuri-urdin entre Naïs y Valera. Ambos equipos trataron de aprovechar los desajustes del rival, con el Sanse disfrutando en mayor medida de la posesión. Y el carrusel de cambios terminó deparando un panorama final de empuje cartagenero, con la dupla Ortuño-Rubén Castro arriba. Al pivote Boateng le pudo ese ímpetu, se equivocó en la presión y dio pie así al famoso córner previo al gol. Pero el mensaje había calado en todos sus compañeros, que luego pusieron rápido el balón en juego, tras el intento de remate de Arambarri, para bombardear el área blanquiazul. 1-0. Pena. Y orgullo. Faltaban cuatro teóricos titulares: Pokorny, Turrientes, Roberto López y Karrikaburu. Centrar en ellos esta crónica no resultaría justo con los 16 que sí pisaron el césped de Cartagonova. El camino sigue. Nadie dijo que fuera a ser fácil.

Ficha técnica

CARTAGENA Marc Martínez, Delmás, Andújar, De la Bella (Gastón Silva, m. 83), Bodiger, Tejera (Neeskens, m. 73), Álex Gallar (R. Boateng, m. 73), Cayarga (Ortuño, m. 83), Mo Dauda (Kawaya, m. 46) y Rubén Castro.

REAL SOCIEDAD B Ayesa, Blasco, G. de Zárate, Arambarri, Romero (Ezkurdia, m. 88), Aldasoro, Sangalli (Kortajarena, m. 74), Djouahra (Martín, m. 74) Garrido, Valera (Martón, m. 74) y Lobete (Alkain, m. 74).

GOL 1-0, m. 93: Ortuño.

ÁRBITRO Caparrós Hernández. Amonestó al local Álex Gallar.

INCIDENCIAS Partido disputado en Cartagonova ante 6.000 espectadores.