Quedaban pendientes los últimos remates interiores de la obra de Anoeta cuando terminara la competición, y así ha sido. Terminada la Liga hace unas semanas, la Real ya aprovecha los casi tres meses de parón para remozar y renovar vestuarios, áreas de trabajo para la prensa y el auditorio que tenía previsto el proyecto que diseñó la arquitecta Izaskun Larzabal.

Con casi dos meses por delante hasta que el fin de semana del 13 de agosto eche el balón a rodar, el objetivo del club es que las obras estén listas para entonces, siendo el cambio de vestuario realista una de las novedades más visibles, ya que el equipo se instalará en los cambiadores más próximos a la avenida de Madrid y no del Miniestadio, al igual que hará con el cambio de banquillo, aunque siempre en la misma banda donde se encuentran hoy los banquillos.

  • Entrevista con Izaskun Larzabal: "Tenemos pendiente terminar la parte de los vestuarios, un trozo menos significativo pero muy interesante"

La propia Larzabal reconocía en diciembre que quedaba pendiente por terminar "el ámbito fútbol, en la parte de los vestuarios, que es un trozo menos significativo pero que es muy interesante y lo queremos hacer este verano. Se ha retrasado un año por la pandemia. Vamos a hacer un par de cosas que van a estar muy bien para los jugadores, con los que hemos trabajado, y para la competición en los prepartidos y los pospartidos. Va a ser la guinda para ser un estadio muy competitivo".

El proyecto de remodelación del Estadio de Anoeta, conocido como Reale Arena por la venta del nombre de los usos del estadio vinculados a la Real a la compañía aseguradora, recibió el Prix Versailles 2020 for SportsPrix Versailles 2020 for Sports, uno de los más prestigiosos en arquitectura y en concreto, la arquitectura deportiva.