La Real Sociedad se impuso este sábado a Osasuna, certificando de este modo un billete para la Europa League. El equipo de Imanol ganó un partido "de momentos", en el que los navarros fueron incrementando la agresividad de su presión y elevando el bloque a medida que pasaban los minutos. A una clara superioridad txuri-urdin de inicio le terminó sucediendo, mediada ya la segunda parte, un tramo en el que los de Jagoba fueron mejores. Y el triunfo llegó finalmente cuando ambas escuadras se mostraban cansadas y la necesidad blanquiazul marcó la diferencia a la hora de realizar los realistas un par de esfuerzos extra.

1- EL ARRANQUE

El partido comenzó con Osasuna apostando por un bloque medio que apenas apretaba a los defensas de la Real en el inicio de las jugadas. Aquí vemos a los navarros dispuestos en 4-1-4-1, con Oier (BLANCO) como posible resorte para saltar a Le Normand y cambiar a presión alta. En la captura, la línea amarilla marca la altura de la línea defensiva local, importante para el modo en que la Real encaró este inicio de encuentro.

¿Por qué? Porque el achique de espacios que generó así Osasuna llevó a la Real a amenazar en largo en varias ocasiones, provocando situaciones de cierto peligro en la portería de Juan Pérez. Aquí vemos varias rupturas al espacio de los atacantes txuri-urdin.

2- OSASUNA ADELANTA EL BLOQUE

Mediada la primera parte, la pieza de Oier (la veíamos antes marcada en blanco) empezó a ganar altura en fase defensiva. Osasuna pasó a dibujar un 4-4-2 más agresivo en la presión, como podemos apreciar en esta imagen.

Los rojillos llegaron incluso a adoptar esta estructura en momentos de presión muy alta, con Oier (interior, BLANCO) y Barja (extremo izuquierdo, ROJO) apretando a los centrales, y dejando a Enric Gallego (delantero, AMARILLO) con Zubimendi.

¿Qué hizo la Real ante esta actitud más presionante del rival? Recurrió más a menudo a una herramienta que ya venía utilizando desde el arranque, la salida de tres. No estuvieron mal así los txuri-urdin, encontrando conexiones interiores con un centrado Oyarzabal y con David Silva, marcados en AZUL.

3- TRAS EL DESCANSO

Osasuna siguió apretando muy arriba tras el descanso. Aquí tenemos una captura correspondiente a los primeros minutos de la segunda mitad, de nuevo con Oier (BLANCO) apretando en primera altura, en la imagen paralelo a Enric Gallego.

la valentía de los navarros llevó a sus centrales (David García en la imagen, BLANCO) a abandonar la línea defensiva para ayudar en bloque alto y emparejarse con el centrocampista txuri-urdin que quedaba libre, en este caso Guevara.

La Real aceptó el reto. Pese a que la presión de Osasuna le generó dificultades, los de Imanol siempre se mostraron conscientes de que encontrar al hombre libre tenía premio, en forma de transición peligrosa. Aquí enganchan con Silva, quien deja de cara a Zubimendi para iniciar una contra que terminará con disparo cruzado de Oyarzabal.

Y aquí conectan de nuevo con el canario a campo abierto, ubicado a la espalda de los pivotes del equipo local. El pase del 21 a Isak dejaría al sueco en la frontal del área mano a mano con un defensa, para terminar trastabillándose.

Se generó así un contexto de partido abierto, en el que la calidad de la Real propició que las mejores ocasiones fueran visitantes, y en que el desarrollo del juego en su conjunto, sin embargo, apuntó a que Osasuna se sentía más cómodo. Los de Jagoba crearon muchos problemas avanzando por banda gracias a un movimiento que suelen repetir: el extremo (ROJO) pierde altura para generar un espacio que ataca el interior de ese costado (BLANCO). Así consiguió el equipo rojillo varias situaciones peligrosas de centro al área.

Y en la banda izquierda también apostaron por 'limpiar' terreno, aquí con una diagonal de su lateral manu Sánchez (ROJO) que dejó a su extremo Barja (BLANCO) mano a mano con Gorosabel.

4- LA RECTAL FINAL

Ni Real ni Osasuna aprovecharon las situaciones que generaron, más claras y numerosas para los txuri-urdin. Y el partido encaró su recta final con ambos equipo ofreciendo síntomas de cansancio. Aquí los de Imanol, en el minuto 78, han hecho un amago de ir a la presión y Osasuna ha encontrado fácilmente a centrocampistas que combinan entre sí, superada la altura de Isak y Carlos. Al equipo blanquiazul le estaba costando ya generar peligro.

Y en esta imagen, correspondiente al minuto 80, vemos cómo Osasuna ha regresado ya a la estructura defensiva del comienzo, meno agresiva: vuelve así al 4-1-4-1 con Oier (BLANCO) en la medular.

Se vuelve a hacer difícil conectar entre líneas, así que la Real obra en consecuencia con el nuevo panorama y regresa a los envíos profundos para jugadores que rompen al espacio. Este centro de Zubimendi debió suponer el 0-1, pero el cabezazo de Carlos Fernández se marchó fuera.

En el triunfo de la Real, como comentábamos al principio del análisis, pesó mucho la necesidad txuri-urdin. Con las dos escuadras ofreciendo la sensación de que los depósitos estaban ya vacíos, aquí vemos dos esfuerzos de los de Imanol que ayudaron a la llegada del gol. Carlos Fernández aprovecha su frescura para apretar al central y obligar a este a pasar a Moncayola (ROJO), cuyo envío al centro lo va a cortar Zubimendi.

El contragolpe resultante se salda con un centro del propio Carlos a Januzaj que el belga no puede conectar bien, a la altura del punto de penalti. Pero la jugada continúa y este caso en campo rival de Le Normand a Budimir es primordial en la consecución del gol, pues el francés roba y da pie a la falta decisiva cometida sobre Januzaj.

5- CONCLUSIÓN

Fue un partido con distintas fases, en el que la superioridad de la Real en cuanto a ocasiones generadas no fue tan grande si nos ceñimos al desarrollo del juego. Dentro de un contexto de encuentro en el que, hasta el minuto 75 aproximadamente, Osasuna fue claramente de menos a más, los de Imanol siempre encontraron resquicios tácticos para hacer daño al rival y generar situaciones que su imprecisión no les permitió aprovechar. Finalmente, ante un rival que lo dio todo, pareció que la mayor necesidad txuri-urdin pesó en acciones aparentemente intrascendentes y que, sin embargo, desembocaron en el gol.