- Llega la noche de fin de curso. Una vez más, el hecho de que el equipo todavía se esté jugando el objetivo de regresar a Europa y que la plantilla se encuentre asegurada contractualmente provoca que sean inciertos tanto el número como los nombres de los futbolistas que afrontarán su último encuentro con la Real.

En el foco de todos se encuentra Miguel Ángel Moyá, el único que finaliza contrato el 30 de junio. Como ha declarado por activa y por pasiva, el balear quiere seguir en Donostia, donde es feliz con su familia. Sobre el papel, su continuidad parece complicada porque solo ha disputado un partido oficial (1-0 contra el AZ Alkmaar) y no ha tenido más remedio que pasar por el quirófano para operarse del menisco externo, pero su recuperación es un hecho (incluso forzó para intentar estar en la final de Copa ante el Athletic consciente de la importancia capital del duelo) y en el club valoran mucho su peso en el vestuario y su experiencia y profesionalidad. Aunque es cierto que Roberto Olabe tuvo muchas dudas el curso pasado cuando todos los estamentos de la entidad daban por segura su renovación, por lo que habrá que ver qué planteamiento le expone a un Moyá que aguarda su comunicación para hacer sus planes. Por su cabeza, a sus 37 años recién cumplidos, sigue estando continuar en activo.

Del resto, con contratos más largos y asegurados con cláusulas importantes, habrá que decidir qué hacer y cuáles son sus intenciones. En principio, habrá que ver qué pasa con el Sanse y en qué categoría va a competir la próxima temporada para tomar decisiones respecto a muchas de las carpetas abiertas en la planificación de la próxima campaña. Como, por ejemplo, la de los cedidos Kevin Rodrigues, que al contrario que el curso pasado regresa tras una fracasada cesión en el Eibar, y Naïs, que ha completado un buen final en Miranda. Ninguno de los dos lo va a tener sencillo para encontrar hueco en el primer plantel.

Como hemos venido informando, en la rampa de salida de los considerados primeras espadas solo figuran Willian José y Januzaj. Nadie espera al brasileño, que si no surge ningún imprevisto se quedará en el Wolves a pesar de no haber cuajado, y el belga finaliza contrato en 2022 y, si no renueva, saldrá porque al club le interesa amortizar su inversión en tiempos de crisis para su nuevo proyecto.

De los que han jugado menos, al margen de los porteros entre los que habrá que decidir lo que se hace con Zubiaurre y Ayesa (si se va Moyá, todo apunta a que habrá fichaje), están Roberto López, Merquelanz y Bautista. La intención de este último es apurar sus opciones para triunfar en la Real. Así lo ha expresado más de una vez. El zaragozano optó por quedarse en enero, pero habrá que ver la decisión que toma ahora. Y el irundarra, que cuenta con una importante lista de pretendientes, estudiará todas las posibilidades porque no parece tener mucha intención de repetir otro año igual. Sagnan también podría estudiar cesiones.

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jugadores hay en la plantilla, contando con los cedidos Zubiaurre, Kevin y Naïs, y el caso de Willian.

El posible ascenso del Sanse condicionará el nuevo proyecto porque se necesitará fortalecer su nivel en Segunda