- Peor suerte imposible. Miguel Ángel Moyá se lastimó la rodilla lesionada al poco tiempo de empezar la sesión en la que regresaba a la dinámica de grupo y, tras ser examinado por los galenos, han tomado la decisión de pasar por el quirófano. La intervención tendrá lugar la semana que viene y el tiempo que se estima para la recuperación del menisco exterior es de unos dos meses, por lo que está casi descartado para la final de la Copa.

Una pena, porque el balear había regresado a los entrenamientos grupales ayer muy motivado, aunque con la lógica preocupación de que podía recaer si el tratamiento conservador y los factores de crecimiento que le habían aplicado en su rodilla maltrecha no habían dado el resultado esperado. Desgraciadamente, no tuvo que esperar mucho, porque después de comenzar con buen humor la sesión, al tener que pasar por el habitual pasillo de collejas para celebrar su vuelta, cuando todavía se encontraba haciendo trabajo específico a las órdenes de Luis Llopis, se hizo daño en la caída tras una buena estirada. Moyá se dio cuenta al momento de que la lesión era la misma que había sufrido en Nápoles, cuando tuvo un pequeño bloqueo en la rodilla derecha, lo que le ha mantenido de baja casi dos meses (se cumplían en diez días).

El servicio médico optó por un tratamiento conservador y esta vez la cosa no ha funcionado. La lesión en el menisco exterior necesita ser suturada con una artroscopia que le realizarán sin mayor demora la semana que viene. Pese a ello, en el club confiaban en que podía dar resultado, por lo que no acometieron ninguna operación en enero al tener claro que sus porteros hasta el final de curso eran Remiro y Moyá.

Mercado cerrado

El contratiempo es grave debido a que el lunes se cerró el mercado y ya no van a tener la posibilidad de incorporar a nadie para cubrir su baja, ya que su tiempo de recuperación se estima en unos dos meses, de manera que se encuentra lejos de ser considerada como una lesión de larga duración, lo que le permitiría acometer una incorporación en el mercado español. El único movimiento que puede hacer es contratar un portero en paro. Algo muy poco probable.

Una vez más, la Real tendrá que demostrar que es equipo de cantera y buscar soluciones en casa. Desde que se lesionó, Imanol ha contado ya en el día a día y en los partidos con Gaizka Ayesa. El de Antsoain tiene 19 años y es un portero no muy alto, pero muy ágil bajo palos. Su problema es la falta de experiencia, pero tanto Llopis como Imanol confían en que si le toca jugar cumplirá con nota. El otro portero que ha entrado en las listas, sobre todo cuando se ha jugado fuera, es Unai Marrero, también de 19 años, aunque lo ha hecho por si surgía algún problema para que al menos hubiese un meta en el banquillo.

La artroscopia a Moyá, con la serie de partidos que vienen y la final de Copa a la vuelta de la esquina, provoca que Remiro no pueda cogerse ni un catarro...