Remiro se codea con los mejores metas

- Parece como si estuviera pasando inadvertida, porque es un puesto que siempre está supervisado con lupa por parte de la afición txuri-urdin, pero es justo reconocer que Alex Remiro ha dado el esperado paso adelante y se ha convertido en una pieza clave en esta Real. Lo ha hecho además cuando ha tenido que soportar la presión de no contar con su competencia directa y exigente de un segundo de plenas garantías como Moyá, cuya rodilla dijo basta y se vio abocado a pasar por el quirófano. No solo ha aguantado sin sufrir ningún contratiempo, ni físico, ni de tarjetas, sino que además su regularidad ha sido encomiable y su seguridad ha ido claramente en aumento hasta alcanzar su mejor momento de forma desde que viste de blanquiazul. Algunos de sus detractores le acusaban de ser un guardameta corriente, de los que no te suele perder partidos pero de los que tampoco te los gana. Esta última condición ya no se cumple, porque sus intervenciones están reportando muchos puntos a los realistas en las últimas semanas. Sin olvidar su papel en la final de la Copa, donde firmó un paradón a disparo de Iñigo Martínez. Ante el Sevilla y en Eibar fue el mejor de largo, y contra el Celta en Anoeta también salvó el triunfo por la mínima.