on Gipuzkoa en el corazón y como gasolina para intentar ganar la Copa del Rey ante el Athletic. El club realista activó ayer una preciosa iniciativa de cara al día D al ir recogiendo pueblo por pueblo sus banderas oficiales y entregar a cambio, para que la coloquen en sus ayuntamientos, la bandera txuri-urdin. Además de los numerosos mensajes escritos de los seguidores blanquiazules que ya se están recibiendo en Anoeta y que, como ya se anunció, se llevarán a Sevilla para que "el equipo sienta cerca a toda su gente en las horas previas al partido", Gipuzkoa y sus localidades también estarán representados en La Cartuja.
Durante esta semana el autobús oficial de la Real recorrerá con un itinerario ya diseñado los pueblos de nuestro territorio para que le entreguen la bandera de cada localidad y que esta viaje a Sevilla de cara a acompañar al equipo en las horas previas al encuentro. La ruta arrancó ayer en Irun y se extenderá por Gipuzkoa hasta el viernes, día en el que se cerrará el tour con las visitas al Ayuntamiento de Donostia y a la Diputación Foral de Gipuzkoa. "La Real es Gipuzkoa y cada uno de sus rincones, y queremos estar juntos, aunque sea de manera simbólica, en la final del 3 de abril", señaló ayer el club.
La Real no se ha querido olvidar de sus clubes convenidos porque, como explica en el comunicado que hizo oficial ayer, si ha llegado tan lejos es en gran medida a la colaboración de ellos. Por lo tanto, como reconocimiento a su magnífica labor, "a los 89 clubes vinculados al club se les hará entrega de la bandera conmemorativa de la final. Gipuzkoa, los clubes convenidos, los aficionados€ Todos componemos la gran familia txuri-urdin y queremos vivir esta gran cita juntos".
La Federación y los organizadores de la gran final en La Cartuja han confirmado a los participantes que pueden ocupar sus respectivos fondos, que en teoría estaban destinados a la ubicación de sus aficiones, para colocar lo que quieran, por lo que pondrán todas las banderas, y llevar a la práctica diferentes iniciativas que les proponga su gente. La intención es que su parte cuente con un importante colorido realista.
