La Real ha vuelto a conseguir por fin que el peligro que acostumbra a llevar a las áreas rivales se haya convertido en goles y ha derrotado 4-1 a un Cádiz que acusó dos penaltis de la primera parte; el primero, que ha marcado Oyarzabal, y ha servido para el 1-0, y el siguiente, el que inicialmente Pizarro Gómez ha señalado por mano de Zubeldia, pero que Mateu Lahoz ha invitado al colegiado a revisar en el VAR para su anulación posterior. En la segunda parte, a la Real le bastaba con no meterse en líos para dejar los tres puntos en Anoeta por primera vez desde el 8 de noviembre.

El choque ha comenzado en campo gaditano, donde el conjunto visitante ha esperado a la Real ordenado con su clásico bloque 1-4-4-2, aunque no ha evitado que Isak tuviera la primera, que ha desbaratado el portero Ledesma.

El dominio ha sido de la Real, al estilo de los últimos partidos, aunque faltaba claridad en el área hasta que a la salida de un córner, Negredo, que abría los brazos, ha tocado el balón. El colegiado no ha indicado nada en primera instancia, aunque Mateu Lahoz (en el VAR) le ha invitado a revisarlo. A la vuelta, pena máxima.

Tras fallar uno de los penaltis de la tanda final de la semifinal de la Supercopa, Oyarzabal ya había dicho esta semana en su entrevista en NOTICIAS DE GIPUZKOA que si tenía que tirar otro, lo haría. Y lo ha hecho, y lo ha marcado. Pese a las protestas del Cádiz, el tanto ha subido en el marcador y ha desfigurado a la zaga andaluza.

Pero el caos llegaría apenas cuatro minutos después, cuando Pizarro Gómez ha señalado penalti en una mano de Zubeldia, que a diferencia de Negredo, retiraba el brazo. Quizá haya sido ese el factor decisivo para que, posterior revisión del VAR, el colegiado haya corregido su decisión inicial, lo que ha provocado las iras andaluzas. Un miembro del banquillo gaditano ha sido expulsado.

Abierto el choque de par en par, el ataque realista lo tenía de cara y Oyarzabal, el colmillo afilado. A pase de Merino, el delantero eibartarra ha hecho el segundo y encauzaba el partido para la Real, que con Januzaj casi en línea de gol ha tenido oportunidad para hacer el tercero.

Ya en el descuento, una fuerte entrada de Mauro a Isak ha supuesto una amarilla para el zaguero amarillo, aunque el VAR, de nuevo el VAR, ha llevado a expulsar al jugador argentino.

Sin líos

Ante un rival noqueado y con uno menos, el equipo de Imanol bastante tenía con seguir por el mismo camino y no meterse en líos. Bien lo sabía el ataque realista, donde Isak se ha sumado al doblete que ha firmado Oyarzabal. Primero, con un desmarque a pase de Januzaj, que esta vez el sueco no ha perdonado. Y cinco minutos después, sin cumplirse el cuarto de hora de la reanudación, remataba de cabeza un rechace poniendo el 4-0.

Llegado el minuto 65 y con un simple pase en largo, Jairo ha reducido distancias, aunque tampoco ha traído ninguna sombra de amenaza a Anoeta. Silva, de regreso; Carlos Fernández, Merquelanz -que ha visto puerta en un gol anulado por fuera de juego de un generoso Oyarzabal-, Sagnan y Barrenetxea han tenido minutos en una recta final que ha servido para certificar un triunfo necesario tras el empate rascado in extremis en Vila-real.