La final de Copa del Rey entre la Real y el Athletic atrasada de la temporada pasada se disputará definitivamente el sábado 3 de abril y sin público en La Cartuja, tal y como confirmaron ayer a este periódico fuentes cercanas a la Junta de Andalucía. Por lo tanto, la gran novedad es que la Federación ha decidido adelantarla una jornada, debido a que la fecha que había fijado desde hace varios meses era el domingo 4. La hora todavía no se ha confirmado porque dependerá de las pretensiones y condiciones de la Televisión Española que tiene los derechos.

Una lástima que finalmente no vaya a haber aficionados en la grada, porque los dos clubes han apurado hasta la última opción con la intención de que su gente no se perdiera la madre de todas las batallas entre los dos históricos clubes vascos. Cabe recordar que después de muchas reuniones y rumores, la Federación y las dos directivas acordaron retrasar la celebración del encuentro, en un principio previsto para el pasado 18 de abril y que no se podía disputar con público debido a la pandemia.

Los dos clubes lanzaron un importante órdago por respeto a sus parroquias al renunciar a la plaza europea que otorgaba la competición al vencedor de la final. Como es lógico, la opción de disputar un derbi sin el colorido en sus gradas no convencía a ninguno de los dos equipos. La Federación se mostró flexible y comprensiva y permitió que el partido se aplazase con la esperanza de que la situación pudiese mejorar, pero los plazos ya se han acabado y definitivamente se jugará a puerta cerrada, como ratificó Marca este miércoles.

Se había especulado en las últimas fechas con la posibilidad de que el choque se acercara a Euskadi al parecer bastante absurdo que los dos conjuntos tuvieran que desplazarse solos hasta Sevilla, pero finalmente ha quedado descartada. Es decir, no se está barajando en ningún momento ya el cambio de escenario y será La Cartuja, donde el pasado domingo 17 el Athletic se impuso al Barça en la final de la Supercopa en un estadio con un césped en perfectas condiciones a pesar que no lo utiliza nadie.

Y la otra opción que se estudió y que tampoco prosperó fue el adelantar la final al 30-31 de diciembre, cuando precisamente habían colocado a dedo el derbi de Liga en San Mamés, para que al menos se pudiese celebrar el choque definitivo en el año natural de la pasada edición.

Son muchas las voces entre los aficionados blanquiazules que se han mostrado en claro desacuerdo con el retraso de la fecha, ya que la Copa del Rey española es la única que no se ha resuelto de toda Europa, porque las del resto de países se acabaron jugando en las fechas previstas, antes de las vacaciones estivales de los distintos clubes.

No hay que olvidar tampoco que justo antes de ese finde se semana hay tres jornadas de selecciones clasificatorias para el Mundial 2022, por lo que, en teoría, los internacionales de ambos equipos se perderán muchos entrenamientos previos a uno de los encuentros más esperados de la historia en Euskadi.