- Martin Odegaard sigue deshojando la margarita sobre su futuro. Después de dar el paso de pedir su salida, al considerar que no está teniendo oportunidades y que no están cumpliendo con lo que le prometieron cuando el club blanco rompió el acuerdo con la Real, el noruego tiene la libertad de el escoger destino. Un privilegio del que siempre dispuso desde que acordó con los técnicos madridistas que debía terminar de formarse en varias cesiones antes de estar preparado para triunfar de blanco. El caso es que si el jugador, que quiere regresar a Donostia, y el Madrid no ponen trabas lo lógico sería pensar que su vuelta tendría que ser una cuestión de horas en el hipotético caso de que la Real estuviese muy interesada en su contratación. Algo que, por lo que parece, no está del todo confirmado, a pesar de que la afición es un clamor y ha organizado hasta campañas en las redes sociales para que el noruego vuelva.

La operación no es sencilla y sí bastante costosa. No se puede olvidar que la directiva deportiva txuri-urdin invirtió entre unas cosas y otras un total una cantidad cercana a los 5 millones de euros por su préstamo de un año el curso pasado. La economía de la Real está saneada, aunque el hecho de no haber ingresado 15 millones de euros por la pandemia provoca que no tenga demasiado crédito para afrontar grandes dispendios. Y su prioridad a día de hoy es cubrir la baja de Willian José con un recambio de garantías como es Carlos Fernández.

Esto no quita para confirmar que la Real está siguiendo de cerca lo que rodea a Odegaard y que ha mantenido contactos con el Madrid después de que anunciara su intención de salir. Pero para hacerse con sus servicios está obligado a dar unos pasos en firme y de forma bastante rápida si no quiere perder su posición de privilegio porque el mercado no espera a nadie. Más difícil parece ser lograr una opción de compra. El Sevilla se ha autodescartado de la lista de candidatos, en la que están Arsenal, Ajax y equipos de la Bundesliga.