Muchos no lo recordarán. En la vuelta de la semifinal de la Copa, ante el Mirandés, tras un partido de ida que dejó un mal sabor de boca a la afición txuri-urdin y un marcador incierto (2-1), Imanol sorprendió a todos con un planteamiento completamente distinto. Al contrario de su habitual planteamiento, el oriotarra sorprendió a todos al retrasar su defensa, juntar sus líneas, no salir con el balón jugado, buscar siempre en largo a Willian y regalarle el balón a su rival para que demostrara lo que era capaz de hacer. El motivo estaba claro, la presión adelantada de los de Iraola y sus robos en posiciones comprometidas habían acabado por generar el caos en el choque de Anoeta. El plan salió perfecto. El Mirandés no remató a puerta y la Real solventó la eliminatoria al aprovechar una de las pocas ocasiones de las que dispuso, con un penalti transformado por Oyarzabal.

¿Les suena de algo? Esto es lo que dijo Imanol al término de la victoria de la Real en San Mamés: "Nos ha costado al principio ajustar la presión, pero también es algo que habíamos hablado. Durante el partido lo conseguimos y creo que acertamos. Salimos a presionar de una manera, y durante los primeros minutos, viendo que no lo estábamos haciendo como yo quería, lo cambiamos y creo que hemos estado muy bien. En ese sentido, un gran trabajo del equipo, porque aunque pareciese fácil era muy difícil y complicado que este equipo en su casa te genere tan poco. Fuimos capaces. En contra, hemos tenido nuestras opciones. El equipo estuvo serio y no les concedimos grandes ocasiones en los últimos minutos".

Como reconoció Imanol, el gol cambió muchas cosas. El técnico retrasó su línea defensiva, juntó líneas y no quiso saber demasiado de arriesgar con la posesión para evitar los robos del Athletic. Es más, la idea fue concederles el balón y esperarles, pensando que podían aguantarles bien y hacerles mucho daño a la contra. Entre otras muchas cosas, por eso jugó Isak, que cuajó una notable actuación a pesar de estar reñido con el gol.

Las estadísticas parecen el mundo al revés y confirman el plan de Imanol. Los locales ganaron la posesión, algo completamente inesperado, con un 61%. En lo que respecta a pases, dieron 352 por 195 de la Real. Y, lo que es más importante, no remataron entre los tres palos. Sus únicas aproximaciones con algo de peligro fueron un par de centros que no encontraron rematador. La Real probó suerte en 13 ocasiones por cuatro de su rival, de los cuales solo tres fueron entre los tres palos lo que, una vez más, confirma que la puntería continúa sin ser su punto fuerte esta temporada.

Pero hay otro dato que llama poderosamente la atención y que refuerza la tesis del mundo al revés, y es que la Real se impuso en 71 duelos individuales ganados, por 63 el Athletic. Un apartado en el que los rojiblancos suelen dominar en los últimos años, sobre todo en los derbis.

En el vídeo que publicó en su página web la Real sobre la intrahistoria de la victoria se puede ver a un Imanol eufórico y desatado por la victoria en cuanto el árbitro señala el final del encuentro. Se puede comprender, al margen de la mala racha de nueva partidos que rompió en todo un derbi en Bilbao, el gran triunfador de la noche fue el oriotarra con un planteamiento tan inesperado como acertado. La apuesta B de la Real, defendiendo más atrás, también aporta buenos resultados...