- Fue un empate muy frustrante. La Real solo pudo sumar un punto el jueves en Anoeta contra el Rijeka, y vio así cómo se complicaban sus opciones de clasificación para los dieciseisavos de final de la Europa League. El billete habría estado más accesible en Nápoles, dentro de cinco días, en caso de victoria ante los croatas. Pero los txuri-urdin pueden aferrarse a la historia reciente para confiar en sus posibilidades. Los logros más recientes de los blanquiazules se han producido tras pinchazos en Anoeta subsanados luego a última hora y a domicilio. ¿Por qué no repetir en San Paolo?

La Real adquirió esta curiosa costumbre durante la temporada 2012-13, la que terminó con la consecución de la cuarta plaza a los mandos de Philippe Montanier. En la penúltima jornada se vio rebasada por el Valencia tras empatar los txuri-urdin en casa (3-3) contra el Real Madrid de Mourinho. Sin embargo, la posterior victoria en Riazor, unida a la derrota che en el Pizjuán, significaron premio de Champions. Cuatro años más tarde, el equipo sellaría un nuevo billete continental, en este caso para la Europa League, gracias al gol de Juanmi en Balaídos. Aquel definitivo 2-2 impulsó a una Real que venía de dejarse dos puntos de oro en Anoeta contra el Málaga, en la jornada anterior.

Y el tercer caso, finalmente, es el más reciente. Data del pasado mes de julio, cuando los de Imanol empataron ante el Sevilla en Anoeta (0-0), en la penúltima jornada de Liga. Lo que se interpretó como oportunidad perdida para acercarse al billete europeo quedó después en anécdota gracias al gol de Januzaj en el Wanda Metropolitano, en el último partido del campeonato. Una vez más, la Real supo sobreponerse a un mazazo como local para certificar su objetivo lejos de Donostia.

opciones

Las frías matemáticas dicen que la Real tiene un 66% de opciones de clasificación, pues seis de las nueve combinaciones de resultados en la liguilla le favorecen. Ganando en San Paolo, entrará en el sorteo de los dieciseisavos de final, además como primeros de grupo. Empatando, se clasificará siempre y cuando el AZ no gane en Croacia al Rijeka. E incluso perdiendo tendrá opciones: deberán esperar entonces una derrota de los neerlandeses. El cuadro de Alkmaar es la referencia de los txuri-urdin a la hora de calibrar la situación: si estos mejoran o igualan el jueves el resultado del AZ, avanzarán a la siguiente ronda.

Lo cierto es que un análisis sosegado sobre el valor del punto sumado en Anoeta contra el Rijeka puede llevar a lecturas muy distintas. Pensando solo en clave de Nápoles-Real, los txuri-urdin habrían tenido que ir a jugársela a San Paolo de todas todas, incluso ganando a los croatas, caso en el que habría servido un empate. Así a botepronto, los efectos de la igualada parecerían menores. Pero no puede obviarse otro efecto importante que habría tenido una hipotética victoria el pasado jueves. Venciendo al Rijeka, la Real habría obligado al AZ a sumar los tres puntos en Croacia. Todo lo que no fuera un triunfo neerlandés en la última jornada habría implicado así un billete a dieciseisavos, panorama que finalmente no se dará. Los de Imanol no pasaron del empate y llegan al partido final de la liguilla empatados con los de Alkmaar, contando eso sí con la ventaja del average particular.

Última jornada: jueves (18.55 h.)

Nápoles-Real Sociedad

Rijeka-AZ Alkmaar

Opciones. El triple empate en cabeza ya no es posible. La Real solo puede superar al Nápoles ganando en San Paolo, con lo que sería primera de grupo. Terminar por delante del AZ exige igualar o mejorar su resultado en Rijeka, pues el average con el cuadro de Alkmaar sonríe a los txuri-urdin.