- Ya es mala pata. La felicidad y las ganas de conocer hoy a sus nuevos compañeros en Zubieta le duraron un par de horas a David Silva, el flamante nuevo fichaje de la Real, que, por la mañana, se presentó en Anoeta con una sonrisa -tapada por una mascarilla- y, por la tarde, se tuvo que encerrar en el hotel en el que se hospeda desde el domingo afectado por el COVID-19. El segundo PCR que se le realizó, siguiendo las medidas establecidas por el protocolo de LaLiga, dio positivo, tal y como informó a media tarde la propia Real. El jugador, eso sí, no presenta síntomas de la enfermedad. En un comunicado, el club explicó que el de ayer era el segundo test que pasaba el nuevo jugador realista en las últimas 72 horas, después de superar uno en Las Palmas de Gran Canaria, con resultado negativo, lo que le permitió volar junto a su familia a Loiu el domingo por la noche. Ayer por la mañana, antes de acudir a su acto de presentación, el txuri-urdin acudió a la Policlínica Gipuzkoa, confiando en recibir un segundo negativo para incorporarse a la pretemporada realista.

El resultado no fue el esperado y, ahora, el futbolista se encuentra aislado en la habitación de su hotel, donde permanecerá diez días hasta que pueda recibir el alta.

Según explicó la entidad donostiarra, que puso el caso de inmediato en conocimiento de las autoridades sanitarias competentes, Silva no tuvo ocasión de acudir a Zubieta ni de saludar a sus nuevos compañeros.