- Miguel Ángel Moyá firmó ayer su renovación en Anoeta acompañado de los vicepresidentes Mikel Ubarretxena y Ángel Oyarzun. El balear estaba encantado y no se le borraba la sonrisa de la boca: "Estoy muy contento de rubricar la firma del acuerdo, para el que creo que las dos partes teníamos buenas intenciones para que así fuese y todos saben que mi principal prioridad era seguir en la Real".

Fiel a su personalidad, el meta incluso acepta de antemano que su papel puede ser secundario: "Así lo he expresado al club, que mi intención de seguir pasa por una motivación tremenda por ayudar al club en todos los sentidos: con esa labor un poquito en la sombra de jugador veterano, pero también compitiendo día a día en los entrenamientos por el puesto y, si puedo ayudar en el campo como hice la temporada pasada, encantado, porque ese es el objetivo principal".

Pese a todo, lo que promete es pelea para volver a tener minutos en una temporada con tantos encuentros: "Tenemos cinco competiciones por delante. La Supercopa se ha puesto muy bonita con el modelo que hay ahora, más atractivo, incluso ahora viajas fuera de España, y con los equipos que van a estar. También volver a Europa, reanudar otra Liga, otra Copa... Nos tenemos que preparar bien porque el fútbol no entiende de pasado".

La estabilidad ha sido clave en su apuesta: "Soy un jugador veterano, estoy con mi mujer e hijos y llegas a un momento de tu carrera en el que priorizas cosas que hace 10 años igual no considerabas tan importantes. El estar a gusto en un sitio, sentirte querido por compañeros, afición y club, y a parte sentirte con ese fondo físico para seguir dando guerra es lo mejor que me podía pasar y desde luego que mi primera opción era seguir un año más en la Real".