i lo del pasado miércoles en Anoeta fue un ensayo, lo de esta mañana en el estadio txuri-urdin apunta a ensayo general. Imanol tiene previsto disponer un partido once contra once hoy antes de conceder el lunes libre a sus pupilos y regresar al trabajo el martes, para iniciar así una semana ordinaria de competición. Esperará ya en el horizonte el encuentro correspondiente a la 28ª jornada liguera que medirá a la Real con Osasuna el domingo que viene en Donostia, a partir de las 22.00 horas.

Los protocolos sanitarios previos al regreso a la competición han impedido a los equipos celebrar los clásicos partidos amistosos que se suceden todos los veranos. Y a la Real, como al resto de escuadras, no le ha quedado más remedio que programar duelos entre los integrantes de su plantilla para adquirir ritmo de juego. La del miércoles fue una primera toma de contacto con el once contra once. El entrenador dividió a los suyos en dos equipos, uno txuri-urdin y otro con la indumentaria verde, y ambas escuadras se midieron en un Anoeta vacío. Al fin y al cabo no se trata únicamente de ajustar parámetros tácticos y deportivos. También procede que los futbolistas se enfrenten a una simulación de lo que se encontrarán dentro de siete días: un estadio silencioso y carente de público.

Las fotografías publicadas por el club hace cuatro días tras el citado partidillo mostraron cuáles fueron los equipos diseñados por Imanol, portería al margen. Por un lado se alinearon Gorosabel, Aritz, Pacheco, Aihen; Illarra, Sangalli, Merino; Januzaj, Willian y Oyarzabal. En el bando opuesto arrancaron Zaldua, Le Normand, Llorente, Monreal; Zubeldia, Odegaard, Zurutuza; Portu, Isak y Barrenetxea.

Al margen de ajustes meramente tácticos, el equipo también busca adaptarse a lo que supone jugar en un campo vacío