- En la planta noble de Anoeta lo tienen claro. "Queremos ser terceros y jugar la Champions", sentenció Roberto Olabe. Por tanto, el objetivo en las últimas once jornadas ligueras que van a comenzar a disputarse el 11 de junio, a causa de la pandemia del coronavirus, es la clasificación para la Liga de Campeones. Y en la plantilla txuri-urdin no son menos ambiciosos. Su capitán, Asier Illarramendi, se mostró así de tajante en su comparecencia de la semana pasada: "Vamos a darlo todo para mantener el cuarto puesto y poder ir a la Champions".

Este mensaje está muy presente en el vestuario realista -Aritz Elustondo se expresó en la misma línea que su compañero en la entrevista publicada ayer por este periódico- justo siete años después de que la Real lograra su última clasificación para la máxima competición continental. El 1 de junio de 2013, en la última jornada de la Liga 2012-13, la Real consiguió asegurarse la cuarta plaza de la tabla, y por tanto jugar la previa de la Champions League -que superó de forma brillante ante el Olympique de Lyon con 4.000 realzales en las gradas del estadio Gerland- tras ganar al Deportivo por 0-1, con un gol de Griezmann en el minuto 22, en un encuentro que supuso el descenso de los gallegos a Segunda División. Cabe reseñar que ahora el cuarto puesto de la Liga da acceso directo a la Liga de Campeones.

La Real es cuarta en la clasificación de Primera División, con 46 puntos, en la actualidad. Eso sí, empatada con un Getafe que por ahora tiene el gol-average ganado al imponerse en Anoeta por 1-2 el pasado mes de octubre. De manera que mantener esta posición es la meta que se ha marcado el club en lo que resta de campeonato doméstico -seis partidos en Anoeta y cinco a domicilio, todos ellos sin público en las gradas-.

Todo apunta, según la proyección de la situación actual en la clasificación, que la escuadra blanquiazul tendrá que sumar 18 puntos, de los 33 que quedan en juego, si quiere asegurarse la posibilidad de volver a conseguir el billete para la Champions. Es decir, debería ganar seis partidos en estas once jornadas finales. La clasificación para la segunda competición continental, la Europa League, sería mucho más barata, ya que con sumar doce puntos -lograr cuatro triunfos- podría valer.

A lo largo de sus más de 100 años de historia, la Real Sociedad ha participado en quince ocasiones en una competición europea, por lo que, de repetir el objetivo deseado -bien para la Champions o bien para la Europa League, que tiene más al alcance de la mano-, sería la decimosexta ocasión en la que el conjunto guipuzcoano compite contra los mejores representantes del continente.

De estas quince presencias en Europa, cuatro han sido en la máxima competición continental; dos en el formato de Copa de Europa y dos en el de Liga de Campeones. En su primera participación en el máximo torneo continental, en la temporada 1981-82, tras ganar su primer título de Liga, la Real cayó eliminada en la primera ronda en la que participó, en los dieciseisavos de final, contra el CSKA de Sofía. Los de Alberto Ormaetxea, que recibieron de manos de Pablo Porta -el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol- el trofeo que les acreditaba como campeones de Liga, no pudieron darle la vuelta (0-0) al 1-0 encajado en tierras búlgaras. En cambio, en su segunda andadura, tras su segundo título liguero, alcanzó su mayor éxito europeo, las históricas semifinales frente al Hamburgo alemán -a la postre campeón del torneo-, en las que se quedó a tan solo un pasito de acceder a la final -con bajas sensibles, los blanquiazules acariciaron el ansiado pase pese a perder por 2-1 en el feudo germano por un gol local en un fuera de juego no pitado-.

Sus dos participaciones en la Champions ya pertenecen a este siglo. En la primera, en el ejercicio 2003-04, tras quedar subcampeones de Liga, cayeron en octavos ante el Olympique de Lyon tras firmar una notable fase de grupos en la que quedaron segundos con la Juventus (líder), el Galatasaray y el Olympiacos. En la segunda, en el curso 2013-14 después de solventar a su favor la previa, no lograron pasar de la liguilla, en la que solo sumaron un punto, contra el Manchester United (0-0) en Anoeta -compartieron grupo con Bayer Leverkusen y Shakhtar Donetsk-.

La Real también tuvo su experiencia en la Recopa que por entonces disputaban los campeones de Copa. Tras alzarse con el título copero en 1987, en la campaña 1987-88 los guipuzcoanos se emplearon en dos eliminatorias: la que superaron contra el Slask Wroclaw polaco y la que perdieron frente al Dinamo de Minsk.

Por último, la formación txuri-urdin ha participado en ocho oportunidades en la Copa de la UEFA y en dos cuando la competición ya se denominaba Europa League. La primera experiencia europea de la Real precisamente fue en la Copa de la UEFA de la temporada 1974-75, en la que fue apeada en su debut frente al Banik Ostrava checo. Y donde más avanzó fue en la de la edición de 1988-89, cuando alcanzó unos cuartos de final en los que fue eliminada por el Stuttgart alemán, otra vez un representante de la Bundesliga, aunque hay que destacar que alcanzó esta ronda después de ganar al Colonia.

Sus dos comparecencias europeas más recientes han sido en la Europa League de las campañas 2014-15, en la que no alcanzó la fase de grupos tras ser eliminada en la cuarta ronda previa por el Krasnodar ruso, y la edición 2017-18, en la que llegaron hasta los dieciseisavos de final, donde un a priori asequible Salzburg austriaco fue mejor.

Por tanto, el sabor europeo que queda entre la afición txuri-urdin es agrio porque en esta última participación se esperaba mucho más de aquella Real. La próxima temporada se puede quitar la espina, siempre que en este tramo final liguero confirme su presencia en Europa. La opción de la segunda competición europea la tiene cerca, pero la plantilla quiere más y va a por la Champions.