- Zubieta es un búnker, pero todas las noticias que emanan de los que han visto entrenar a los jugadores confirman que se encuentran en un óptimo estado de forma y que antes de poder ejercitarse en grupo ya parecen preparados para regresar a la competición. Al contrario de lo que sucede en el tema del cierre de las gradas, en el que se siente muy perjudicada, la Real siempre ha defendido que su prioridad era disputar los once encuentros que restaban. Y no se trata de un tema baladí. Como se ha confirmado en tiempos de la pandemia, uno de los grandes beneficiados por el posible cancelamiento de la temporada era la escuadra txuri-urdin, ya que la Federación le había garantizado que valdría la última clasificación, por lo que tendría plaza de Champions para el próximo curso. Pese al revuelo del anuncio de la misma, la nueva trajo consigo una casqueta del Getafe, que se encontraba igualado a puntos con los donostiarras y que se consideraba perjudicado al haber ganado en Anoeta pese a que no se había disputado la vuelta en su estadio. Pues bien, aunque su malestar ocupó muchos programas de radio, nadie reparó en que la Real era con diferencia el equipo que más nítida estaba expresando su postura de completar lo que quedaba de competición.

Lo que demuestra este hecho es que la confianza de los blanquiazules se encuentra por las nubes. Durante el parón, en una comparecencia para conmemorar la clasificación para la semifinal de la Copa, Aritz Elustondo y Mikel Merino ya defendieron que no sentían ningún vértigo en recuperar el nivel que habían exhibido antes de que se suspendiera el campeonato. Y la realidad es esa. Los realistas se sienten más fuertes que nunca, consideran que han demostrado con creces que pueden competir contra cualquiera esta campaña y creen que el nuevo escenario les beneficia de forma notable. No solo los jugadores, también el ejército de técnicos y de analistas que puso Roberto Olabe al servicio de Imanol.

No es cuestión de predicciones, sino de certezas. Los realistas han regresado muy en forma, incluso algunos han perdido kilos durante el confinamiento por no poder trabajar la musculatura y centrarse en la parcela física. Pero lo que es más importante es que, con el nuevo formato, a falta de once encuentros para el desenlace de la Liga y con los clubes compitiendo cada 72 horas, los realistas se sienten en clara ventaja respecto a muchos de sus rivales directos. El hecho de contar con la plantilla más joven del torneo y de, tras el indiscutible paso adelante dado por los aciertos en la planificación deportiva, que Imanol disponga de un plantel de unos 20 jugadores más o menos del mismo alto nivel competitivo motivan que las expectativas sean más que halagüeñas para lo que nos espera.

El lunar del esguince de tobillo que sufrió ayer Ander Guevara no eclipasa que las noticias en la vuelta al trabajo están siendo muy esperanzadoras y optimistas. Por ahora y siendo conscientes de que seguro que llegarán noticias desagradables de la enfermería, que tendrán un componente de fortuna, en Zubieta se felicitan por considerar que no es casualidad que sigan disponibles todos sus protagonistas para esta reanudación.