- Cuando un domingo cualquiera el pitido inicial del árbitro marca el comienzo de un partido, el aficionado se adentra en 90 minutos de puro fútbol, 90 minutos que a menudo suponen además un oasis de ocio dentro de una semana plagada de obligaciones laborales y tareas familiares. El contenido meramente deportivo del encuentro, sin embargo, es el resultado de una meticulosa labor que los profesionales de los clubes también han completado con total dedicación durante los días previos. ¿Cómo se prepara la competición al más alto nivel? Beñat Labaien (Bergara, 1987), responsable de la unidad de análisis de la Real Sociedad, participó la semana pasada junto a colegas de Valencia, Athletic y River Plate en una videoconferencia organizada por Barça Innovation Hub, un proyecto de la entidad culé para impulsar los avances tecnológicos y el conocimiento en el fútbol. Durante la charla, el técnico guipuzcoano, quien aterrizó en Zubieta durante el verano de 2018 procedente de la estructura del Leeds United, explicó el modo en el que se trabaja en las instalaciones txuri-urdin con vistas a cada partido.

1. El entrenamiento

Césped y despacho

El despacho del cuerpo técnico supone el epicentro del laboratorio. En él se juntan sus seis integrantes. Imanol, Mikel Labaka, Jon Ansotegi, Luis Llopis, Beñat Labaien y David Casamichana. "Los seis salimos al campo", detalla el propio Labaien, quien destaca que sobre el césped debe jugar un rol "discreto". "Estar en el campo me da a conocer lo que se hace en el día a día y me ayuda mucho a la hora de saber qué quiere el míster, cómo va a preparar el partido". No descubrimos nada nuevo si explicamos que las tareas en el verde suponen un apartado clave a la hora de diseñar un planteamiento. Pero el grado de minuciosidad que ha alcanzado el fútbol lleva a los técnicos a analizar al detalle cada sesión de trabajo. "Este deporte evoluciona constantemente. Y muy rápido además. Los profesionales tenemos la obligación de avanzar al mismo ritmo al menos, para no quedar atrás. Cada vez existen más medios y más información, y nosotros tratamos de hacer un buen uso de todas las herramientas de las que disponemos".

Labaien expone que la Real tiene instaladas cámaras en todos los campos de entrenamiento "para analizar tareas, estudiar individualmente al futbolista y ver si la sesión se ha ajustado" a lo pretendido. "Que el jugador pueda asociar con imágenes lo realizado durante el entrenamiento y lo que se le va a pedir en competición es indispensable hoy día". El equipo txuri-urdin encara así los partidos desde un plan preconcebido cuya preparación va mucho más allá de lo trabajado sobre el campo: desde las sesiones tácticas grupales dirigidas por Imanol y Labaka hasta los trabajos individuales a cuyo cargo figura Jon Ansotegi, pasando por el análisis previo y posterior, de puertas adentro, de todas las tareas realizadas en el verde.

2. El rival

Estudiar al adversario

El fútbol es un deporte de duelos en el que el rival también juega, y cuya evolución ha obligado a los equipos a moverse últimamente dentro de un complicado equilibrio. Por un lado, tratan de mostrarse fieles a una idea troncal de juego. Por otro, las características del adversario les llevan también a matizar su propuesta. ¿Cómo analiza la Real a los contrarios? Es Beñat Labaien quien se encarga, aunque matiza enseguida que no está solo en la tarea. "Ibon Peñagarikano, analista del Sanse, me ayuda a estudiar individualmente a los rivales y a elaborar los vídeos que preparamos en este sentido. Y Jon Ansotegi se encarga del balón parado del adversario, tarea en la que desde su posición también colaboran Labaka y Luis Llopis, preparador de porteros".

Imanol no figura en la lista de citados si detallamos punto por punto las tareas de análisis del rival. Pero, obviamente, su figura está muy presente en todo el proceso. "El míster es un apasionado de ver partidos y de extraer ideas de cada situación del juego", elogia Labaien, a quien Alguacil acompaña en el estudio de los contrincantes. Eso sí, el entrenador "delega muy bien" entre sus auxiliares, como muestra el hecho de que sea el propio Labaien quien se encarga de impartir al plantel las charlas sobre el rival.

3. La estadística

Una pata emergente

Trabajado el planteamiento propio y analizado el rival de turno, tareas en las que el entrenamiento de campo y los vídeos suponen herramientas fundamentales, completa la preparación de los partidos una tercera pata cada vez más emergente en el mundo del fútbol: las estadísticas, el big data, entendiendo como tal el almacenamiento de datos para su posterior conversión en información que facilite la toma de decisiones. Si plataformas como Wyscout llevan años convertidas en referencia para los clubes profesionales, al facilitarles el acceso a partidos de cualquier liga del mundo, proliferan ahora las herramientas recopilatorias de números. Y proliferan también las contrataciones de las mismas por parte de los equipos de fútbol.

Labaien no especifica el modo en el que la Real accede a las estadísticas que utiliza, pero sí explica cómo se procesan los datos en la entidad txuri-urdin. "Tengo hilo directo con Abel Rojas, que trabaja en la unidad de reclutamiento del club. Él me traslada la información que, a nivel de datos, estimamos oportuna. Y yo me encargo de filtrarla para utilizar lo que me interesa a mí y al cuerpo técnico". Los números terminan así de dibujar el mapa con el que la Real trata de guiarse durante los 90 minutos de cada encuentro. Efectivamente, cuando el árbitro decreta el inicio de los partidos, queda atrás muchísimo trabajo de preparación.

4. El post partido

La rueda no se detiene

¿Y después, qué? Si los encuentros empiezan en realidad mucho antes de ese pitido inicial, también terminan mucho más allá del pitido final. La otra tarea principal de Beñat Labaien, según explica, reside en el post partido, en el análisis de lo realizado sobre el campo durante la competición. El trabajo del de Bergara y el del resto del cuerpo técnico es compartido en Zubieta el día después del encuentro, normalmente coincidiendo con una sesión de entrenamiento.

Y las conclusiones, además de a nivel colectivo, también se trasladan individualmente a los futbolistas que han participado. El funcionamiento más habitual consiste en la división de los jugadores en tres grupos, a cargo de Imanol, Labaka y Ansotegi, quienes analizan con el txuri-urdin de turno el trabajo de la víspera. Suele venir luego un día de descanso. Y 48 horas después el proceso arranca de nuevo. Otro partido espera en el horizonte. Otra película completamente distinta.

El trabajo propio, el estudio del rival y la interpretación de las estadísticas marcan en Zubieta los días previos a cada partido

El cuerpo técnico también cuida la labor de análisis posterior a los encuentros, que completa de forma individualizada con el jugador