laudio Bravo, Eñaut Zubikarai y Gerónimo Rulli fueron los encargados de defender la portería de la Real entre la primavera de 2010 y septiembre de 2015. Marcan este periodo la última comparecencia en la portería txuri-urdin de Asier Riesgo, como punto de inicio. Y el debut de Oier Olazabal de blanquiazul como punto final. En total, más de cinco años sin que un portero guipuzcoano defendiera la portería del club. El meta irundarra militó en la entidad durante el curso 2015-16, cedido por el Granada. Jugó solo cinco partidos. Y el último de ellos data de abril de 2016. Entonces arrancó de nuevo un contador que podría terminar en nuevo récord, si de aquí a septiembre de 2021 no ha aparecido un arquero del territorio para plantear competencia a Álex Remiro.

La historia de Olazabal en la Real no comenzó bien. David Moyes quería un meta suplente para Gero Rulli. Y miró al mercado británico. El club, en contra de la voluntad del técnico, apostó por Oier. Y el propio Moyes se cobró la factura en la cuarta jornada de aquella Liga, cuando el meta guipuzcoano tuvo que sustituir en Anoeta contra el Espanyol al expulsado Rulli. Ganaron los pericos (2-3), con un gol postrero que el técnico achacaría directamente al guardameta. Solo tres días después, con Rulli sancionado, tocaba visitar al Granada en jornada intersemanal. Y se especuló con la posible suplencia de Olazabal y una titularidad de Ander Bardají. Finalmente, la Real abonó los 100.000 euros estipulados en la cláusula del miedo y Oier se enfrentó al club con el que tenía contrato en vigor. Ganaron 0-3 los txuri-urdin.

Tras la destitución de Moyes, llegó al banquillo Eusebio, quien conocía a Oier de su etapa dirigiendo al filial del Barcelona. Se le abrió al irundarra una puerta a la esperanza, pero las cosas no cambiaron para él. Solo participó en la eliminatoria copera ante Las Palmas, que la Real perdió, y en una derrota en Anoeta (1-2) contra un Getafe que descendería.

Olazabal milita ahora en el Espanyol, a la sombra de Diego López. Ha regresado así a la Ciudad Condal, donde vivió desde dentro la explosión del Barça de Guardiola. Era su tercer portero y solo jugó un partido oficial. Pero puede presumir de cuatro Ligas, dos Copas, tres Supercopas de España, dos Champions, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de clubes.

David Moyes no avaló su fichaje, y le señaló de forma directa después de una derrota en Anoeta contra el Espanyol, tras roja a Rulli