Martin Odegaard no piensa variar su hoja de ruta y ya le ha comunicado al Real Madrid que su intención es cumplir el segundo año de cesión que firmó con la Real Sociedad el pasado verano. Pese a que el bombardeo en los medios que cubren la actualidad blanca (su última portada en el diario Marca data del pasado sábado) ha sido continuo y casi diario desde que comenzaron sus buenas actuaciones de txuri-urdin, lo cierto es que el noruego ha insistido por activa y por pasiva en que es feliz en Donostia y en que su propósito desde que aceptó su oferta fue encontrar una continuidad para relanzar su carrera antes de regresar al Bernabéu.

Siempre que le han preguntado al respecto al noruego, su mensaje ha sido el mismo: "El plan que hemos hecho es jugar dos años en la Real y para mí ha sido importante tener un poco de estabilidad. Todavía pienso igual. Nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro, pero ese es mi plan, porque estoy muy feliz aquí".

El propio Jokin Aperribay también se ha mostrado muy tranquilo cada vez que le han preguntado por el tema al saber de primera mano las intenciones de Odegaard y su gente. "Estamos hablando de un club que es un caballero y de un jugador también que tiene las cosas muy claras. Creo que se va a cumplir el pacto que tenemos entre todos. También es verdad que es un futbolista del Real Madrid y si solicitasen otra cosa tendríamos que hablar todos y escucharnos unos a otros. La ilusión que tenemos es que Odegaard esté con nosotros dos años", declaró en la Cadena Ser pocos días después de que la Real eliminara a los merengues en la Copa.

Como recordarán, pese a que en la Liga no acepta contratos de cesión de dos años, por lo que hubo que presentarlo en 1+1, lo cierto es que el segundo año se activa directamente tal y como acordaron ambos clubes en verano. En el hipotético caso de que el Madrid decidiera recuperarlo y romper la entente alcanzada con la entidad txuri-urdin, debería abonar una indemnización que rondaría los cuatro millones de euros. Las relaciones entre Aperribay y Florentino son extraordinarias, como ha quedado demostrado a lo largo de los últimos años con el mayor exponente de cuando decidió traspasarle a Illarramendi en 2015 pese a que el Athletic le ofrecía bastante más dinero. No parece que, salvo por una petición expresa de Zidane, fuerce un precipitado regreso cuando ya conoce de primera mano la voluntad del jugador de seguir en Anoeta donde es un auténtico ídolo y donde muchos aficionados ya osan a incluirle en el once histórico del club.

Las consecuencias de la pandemia del coronavirus van a provocar que los clubes no puedan afrontar operaciones millonarias superiores a los 100 millones de euros. Esto parecía cambiar un posible escenario para Odegaard que en teoría haría peligrar su permanencia a orillas de La Concha. La continuidad de Modric y Kroos, la aparente recuperación de Isco, el regreso de Ceballos o de otro zurdo como Asensio tras su lesión, e incluso las negociaciones aún abiertas con Pogba provocan que sea muy complicado que el escandinavo vaya a tener minutos la próxima temporada. Martin lo sabe y es plenamente consciente de que el camino más corto para cumplir su sueño de triunfar en el Bernabéu es brillando aún más en su segundo año de cesión con la Real. Su más que probable clasificación para las competiciones europeas es otro reto inmediato que le seduce. Lo bien asesorado que se siempre ha estado, se convierte en la última pata de la silla que garantiza su futuro txuri-urdin.