donostia - Alcanzar unas semifinales de la Copa no sucede todos los años. En el caso de la Real hay que matizar la competición, porque cayó en el penúltimo escalón de la Copa de Europa en 1983 tras un robo flagrante en Hamburgo. Con la de esta edición que va a disputar ya a doble partido contra el Mirandés, serán quince las veces que han llegado a las puertas del partido definitivo. Anoeta acogerá la ida mañana a las 21.00 horas y el también renovado Anduva la vuelta dentro de tres semanas.

Hay un dato que invita especialmente a la esperanza y es que las dos últimas veces que la Real ha disputado la final, ambas a las órdenes de John Benjamin Toshack, los primeros encuentros de las eliminatorias las disputó en casa. En este caso en Atocha. En la última, en 1988, superó al Madrid con un gol de Bakero en un saque de esquina. En la vuelta, en el mismo escenario en el que los de Imanol hicieron saltar por los aires el orden preestablecido en el fútbol español apeando a los blancos con el ya eterno 3-4, los donostiarras certificaron su clasificación con una goleada de escándalo por 0-4. Gorriz, Begiristain y Bakero, en dos ocasiones, fueron los goleadores. Un gol de Alexanco les dejó sin su segunda Copa consecutiva.

Un año antes, la Real alcanzó otra victoria épica en las semifinales empezando en Atocha. Los blanquiazules aguantaron como pudieron con un jugador menos el 0-0. Cuando los rojiblancos se las prometían muy felices, en la rueda de prensa tras finalizar el encuentro el técnico galés lanzó una de sus predicciones más osadas y acertadamente optimistas: "Creo que hemos conseguido más del 50% del pase a la final". En la vuelta, en un San Mamés abarrotado, un gol de Bakero en una jugada de estrategia certificó el pasaporte para la final que se ganó al imponerse en los penaltis al Atlético de Aragonés.

Hay que remontarse mucho tiempo atrás para encontrar las otras dos semifinales que la Real superó. En 1928, los txuri-urdin doblegaron al Valencia después de empezar en casa otra vez y arrasarles por 7-0. En la vuelta aguantaron bien y solo sucumbieron por un suficiente 3-2.

En 1909, la edición que se llevó el Club Ciclista de San Sebastián, los guipuzcoanos derrotaron al Galicia Vigo a partido único por 2-0 y en el encuentro decisivo tumbaron al Español de Madrid por 3-1.

Ahora bien, es para tener en cuenta que en once ocasiones los realistas no han conseguido superar las semifinales. La mayoría de ellas bastante dolorosas, como la última, con Jagoba Arrasate, cuando González González se encargó de dilapidar sus opciones al no pitar un penalti que hubiera supuesto la tarjeta roja a Mascherano con 0-0 antes del descanso del partido de ida en Barcelona.

En 1982, el Madrid dejó en la cuneta a los de Ormaetxea, que se proclamaron campeones de Liga por segunda vez, en los penaltis después de que ambos vencieran 1-0 en sus estadios. En 1978, el Barcelona, bestia negra de la Real en la competición, le eliminó en la vuelta con un 2-1. El Atlético de Madrid lo hizo en 1976, tras ganar en Atocha 1-1 y empatar en el Calderón. Y ya mucho antes, el Atlético, el Barcelona y el Madrid, de nuevo, y el Elche, el Sevilla, el Espanyol, el Valencia y el Athletic fueron sus verdugos.

Como aviso a navegantes, hay que recordar que la mejor Real, la de la imbatibilidad, fue apeada en los cuartos de 1980 por el Castilla, un equipo de Segunda. El Mirandés quiere repetir esa gesta.