donostia - El desenlace del derbi se vio marcado y afeado por la durísima entrada de Iker Muniain a Mikel Oyarzabal. El capitán del Athletic venía picado al sufrir una genialidad de Januzaj y entró con todo en una acción con la que pudo lesionar de gravedad al eibartarra.

Cuando ya enfilaba el camino a los vestuarios, el delegado rojiblanco, Sendoa Agirre, le tranquilizó y le convenció para que se disculpara y se preocupara por su estado. Al término del partido, el zurigorri aguardó al capitán realista en el túnel y reiteró sus disculpas. Además, sus compañeros se mostraron cariñosos con el que era su compañero Remiro. - M.R.