El de mañana apuntaba a día especial para Juanmi Jiménez, destinado a regresar al estadio de Anoeta con la camiseta del Betis. Sin embargo, las cosas para el exdelantero de la Real (Coín, 1993) no están resultando sencillas en el club verdiblanco. En primera instancia, no entró en gran medida en los planes del entrenador. Y a aquella falta de protagonismo se le ha unido ahora una inoportuna lesión. Juanmi y William Carvalho fueron ayer los únicos futbolistas de la plantilla sevillana que no se ejercitaron, y Rubi no podrá contar con ellos hoy para viajar a tierras guipuzcoanas.

Después de tres temporadas en la Real, durante las que marcó 31 goles en 113 partidos oficiales, Juanmi recaló este pasado verano en el Benito Villamarín tras abonar su actual club algo más de siete millones de euros a la Real. El montante de la operación y la situación en el plantel bético, del que apuntaba a salir Loren, parecían sinónimo de titularidad para el atacante malagueño. Al menos en los primeros partidos. Pero finalmente Loren se quedó. Y no tiene pinta de que las características del propio Juanmi hayan convencido a su técnico.

En las primeras cinco jornadas, el delantero estuvo plenamente disponible, pero solo disputó 75 minutos divididos en dos contiendas. Saltó al campo en el 83’ en el primer encuentro de Liga, contra el Valladolid en casa y 1-1 en el marcador (los pucelanos ganarían 1-2). Y después de tres partidos inédito fue titular en el 0-0 que su equipo cosechó en El Sadar contra Osasuna. Rubi le sustituyó en el minuto 67 para dar entrada a Joaquín. Desde entonces no ha competido, aunque los motivos de su ausencia vienen siendo otros.

En vísperas del partido de la sexta jornada, frente al Levante en Sevilla, Juanmi comenzó a sentir los síntomas de una talalgia, un dolor en el talón que suele verse acompañado por la aparición del clásico espolón. Aquel encuentro se disputó a finales de septiembre, y un mes después el delantero de Coín continúa sin darle la vuelta. Mientras, su sustituto en la plantilla realista, Portu, gusta en Donostia gracias a un notable rendimiento sobre el césped. El murciano costó diez millones, y está haciendo bueno el cambio de cromos. - M.R.