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El fiscal rebaja a dos años y medio la petición de cárcel para Xabi Alonso

Juicio El juicio al tolosarra y dos de sus asesores por defraudar supuestamente a Hacienda dos millones de euros durante tres ejercicios quedó visto para sentencia

El fiscal rebaja a dos años y medio la petición de cárcel para Xabi Alonso

Madrid - El fiscal rebajó ayer en el juicio a dos años y medio la petición inicial de cinco años de cárcel para el exfutbolista Xabi Alonso por defraudar supuestamente a Hacienda dos millones de euros durante los ejercicios de 2010, 2011 y 2012, años en los que era jugador del Real Madrid.

La Audiencia Provincial de Madrid dejó visto para sentencia el juicio a Xabi Alonso, actual entrenador del filial de la Real, a su asesor fiscal, el abogado Iván Zaldua, y a Ignasi Maestre, el entonces administrador de una sociedad radicada en Madeira (Portugal), a la que el primero cedió sus derechos de imagen en 2009 cuando estando en el Liverpool recibió la oferta para fichar por el Real Madrid.

Para cada uno de ellos el fiscal rebajó a dos años y medio su petición de prisión por tres delitos contra la Hacienda Pública al aplicar la circunstancia atenuante de reparación del daño al haber pagado la cuota supuestamente defraudada más los intereses antes de que fueran requeridos tras la reapertura de esta causa, que en su día había sido archivada.

Por el mismo motivo la abogada del Estado, que ha ejercido la acusación en representación de la Agencia Tributaria, rebajó su petición de pena para cada acusado de ocho años y medio a cinco años de cárcel mientras que los letrados defensores reclamaron la absolución.

El fiscal y la abogada del Estado mantuvieron que con el objetivo de eludir impuestos los acusados constituyeron una sociedad en Madeira para que Alonso realizara una “aparente” cesión de derechos de imagen a la misma cuando aún residía en Liverpool, pero que sostuvo la estructura durante los años siguientes al menos hasta 2012, en los que ya era residente y contribuyente en España.

Y añadieron que el 1 de agosto de 2009, cuatro días antes de firmar con el Real Madrid, el tolosarra suscribió el contrato de cesión de los derechos de imagen con la empresa radicada en Madeira, Kardzali, que, a juicio tanto de la Fiscalía como de la Abogacía del Estado fue una simulación, tal como declararon las inspectoras de Hacienda, para eludir la tributación de los rendimientos obtenidos. A su juicio, así se desprende de diversos indicios, como que Kardzali no gestionó realmente los derechos de imagen de Alonso pues no estaba dotada de recursos para ello, y afirmaron que ocultó los rendimientos de los mismos en sus declaraciones tributarias.

La defensa Los abogados defensores indicaron que los acusados actuaron en todo momento amparados por la ley y en el convencimiento de que no cometían ninguna irregularidad, por lo que pidieron su absolución y si son condenados, que se les aplique las atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas del procedimiento.

Jesús Urraza, letrado de Alonso y Zaldua, recordó que el coordinador de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid firmó el 3 de diciembre de 2015 el archivo de sus diligencias de investigación sobre estos hechos. Sin embargo, “la entonces fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, pidió a la fiscal del caso el expediente y le ordenó que lo reabriera y presentara una denuncia en los juzgados sin fundamentación jurídica alguna”.

“Casualmente dos semanas después de la decisión de la Fiscalía General había unas elecciones generales y quedaba muy bien sentar en el banquillo a una persona que nunca ha tenido un problema con la justicia para hacer ver que se perseguían” este tipo de delitos, según el letrado. Y agregó que el Juzgado de Instrucción número 40 también archivó la causa al no apreciar delito, pero, tras recurrir la Fiscalía, el caso ha terminado en juicio.

El abogado apuntó que, a diferencia de otros futbolistas que han llegado a pactos, Xabi Alonso se sometió a este juicio porque defiende su inocencia, ya que además él no cedió sus derechos a una empresa radicada en un paraíso fiscal. - Efe