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‘Barrene’ endulza un bolo veraniego

INJUSTO EL DONOSTIARRA DESTACA EN UNA REAL SUPERIOR QUE MERECIÓ Y DEBIÓ GANAR A OSASUNA EN | Tajonar

‘Barrene’ endulza un bolo veraniegoMikel Saiz

Pamplona - Precaución, esta plantilla contiene jugadores de valor. Y como tal hay que tratarles. El amistoso ante Osasuna disputado ayer en Tajonar sirvió para recordarnos que la Real dispone de un diamante en bruto. Leen bien, recordad, porque hay que hacer esfuerzos de memoria para acordarnos del buen sabor de boca que nos dejó la campaña pasada. ¿Por qué? Porque en esta no juega y corre el peligro de hacerlo muy poco al tener mucha competencia por delante. Se llama Barrenetxea, y tiene madera de crack. Asombra comprobar la facilidad casi innata con la que sortea rivales. En su conducción, siempre con el balón pegado al pie, va dejando cadáveres, además de vivir permanentemente cerca del gol. Todo esto aderezado con todo tipo de detalles técnicos que hace sin darle la menor importancia. Como si estuviera jugando en la plaza del barrio con su cuadrilla. La última perla de Zubieta ha tenido que esperar a la llegada de un veraniego amistoso en octubre para hacer sonar la campana con la intención de que nadie olvide que la Real cuenta con otro futbolista de su vivero llamado a marcar una época.

Como ya sucedió en agosto, el equipo txuri-urdin fue muy superior a Osasuna, aunque esta vez no fue capaz de encontrar portería en las oportunidades que generó. Imanol quiso dar minutos a la unidad B y la mejor noticia fue que la alineación era reconocible y de un nivel suficiente como para poder competir con muchos conjuntos de Primera.

Como también hizo en Gal, el oriotarra utilizó en la primera parte un 4-4-2 en rombo, con la gran novedad de la presencia de Sagnan, el apartado Pardo, además de Zubeldia y Willian José, a los que quizá no se les esperaba. El galo volvía a jugar después de dos meses de baja y estuvo a un buen nivel, contundente en los cruces, superior en los balones aéreos y suelto y con confianza en su buen pie zocato. El riojano no notó la inactividad y estuvo incluso cerca del gol.

Desde el primer momento la Real se hizo con el control y a los dos minutos a Barrenetxea se le escapó un disparo tras combinar con Willian. Poco después, el linier levantó la bandera cuando el donostiarra se iba solo desde el centro del campo, a pase de Zubeldia, y daba la sensación de que estaba habilitado por un local que salió tarde. El siguiente en probar fortuna fue Sangalli, que no pudo superar a Herrera después de un saque rápido de banda de Pardo y un preciso centro de Barrenetxea. El riojano tuvo la más clara a centro de un buen Aihen Muñoz, pero el balón acabó en córner.

En la reanudación, con un 4-3-3 con Lobete y Portu arriba, la Real volvió a encerrar a Osasuna. Barrenetxea, en dos ocasiones; Gorosabel, por milímeros; Portu, de falta; Sangalli, a puerta casi a puerta vacía, y Merino, en posición inmejorable, certificaron la impotencia realista. Incluso Barrenetxea estrelló un centro en el larguero. En el último minuto, Zubiaurre con un paradón desbarató un cabezazo de Perea. Y todos tan amigos. En diciembre, en El Sadar, la historia será muy distinta. Y los actores también.