donostia - La Real de José María Amorrortu perdía fuelle tras un buen arranque liguero 2005-06, y en Navidades tuvo que acudir al mercado para reforzarse. Fichó al danés Morten Skoubo, cuyos inicios como txuri-urdin fueron tan ilusionantes e impactantes como frustrante todo lo que vino después. En uno de los primeros partidos como blanquiazul del ariete nórdico, el Valencia visitó Anoeta. Y once segundos bastaron al ex del Brondby para hacer el 1-0 tras una peinada de Díaz de Cerio. Aquel tanto sigue siendo el más tempranero de la historia del estadio. Aunque poco le faltó ayer para resultar desbancado.

Las imágenes de televisión, cronometradas con escrúpulo, dicen que Juanmi inauguró el marcador del derbi guipuzcoano transcurridos 12,3 segundos desde el saque inicial. Un saque inicial que, curiosamente, él mismo ejecutó. Dio así el primero de los ocho toques al balón que necesitó la Real para adquirir ventaja. El andaluz atrás para Diego Llorente. Control del defensa (dos toques) y envío en largo (tres). Cabezazo de Oyarzabal (cuatro) en pugna aérea con De Blasis. Control del propio Juanmi con el pecho (cinco) y pase al centro para Sangalli (seis). Devolución al primer toque del centrocampista donostiarra (siete). Y definición del de Coín al palo largo (ocho). Ningún futbolista del Eibar alcanzó siquiera a rozar el esférico.

De este modo marcó la Real el que hasta la fecha es el gol más rápido de la presente Liga. Y el décimo más tempranero en toda la historia del campeonato. Solo los txuri-urdin y el Valencia tienen el privilegio de haber incluido dos dianas suyas en este particular top ten. Aunque los tantos en cuestión, al menos en lo que se refiere al caso realista, han dado inicio a partidos para olvidar. Durante aquella campaña 2005-06, el Valencia terminó remontando el 1-0 de Skoubo y dio continuidad a una mala racha que terminó propiciando la destitución de Amorrortu. Ayer, el Eibar sumó un punto en Anoeta y mereció los tres, tras reponerse de forma notable y progresiva al golpe que supuso el gol de Juanmi.

Gran parte del mérito de la reacción armera residió precisamente en el modo en que los de Mendilibar encajaron el tanto. Lo hicieron tras un envío largo y frontal de la defensa realista que no supieron defender, viendo además cómo el delantero malagueño culminaba la acción definiendo tras un buen servicio al espacio. La fortaleza del Eibar consistió en seguir buscando el partido planteado por su entrenador, por mucho que el panorama deseado diera pie a situaciones como la que implicó el 1-0. Los visitantes apretaron arriba, adelantaron su zaga, se expusieron e intentaron obligar a golpear desde atrás a sus puntas. Lo consiguieron. Y completaron con éxito la segunda parte del plan, que pasaba precisamente por evitar perder los duelos como ocurrió en la primera jugada del encuentro.

La lectura que puede hacerse en clave realista es precisamente la contraria. Los de Imanol se han acostumbrado durante los últimos meses a intentar combinar desde atrás para iniciar las jugadas. Pero ayer se encontraron enfrente con un adversario muy agresivo en la presión, que provocó con esta actitud varias pérdidas en zonas comprometidas. Llegó un momento en que los txuri-urdin cambiaron el chip y empezaron a golpear en largo de forma sistemática. Pero no lo hicieron en clave de momentánea solución al problema. Modificaron su actitud para no regresar ya a la original, quizás espoleados por el hecho de que esa vía les llevara al 1-0. Pero en la práctica se convirtieron en un frontón que repelía con más o menos apuros las acometidas del Eibar. Ya se sabe lo que ocurre en estos casos. Tanto va el cántaro a la fuente? Y aún pudo ser peor para sus intereses.