donostia - Miguel Ángel Moyá analizó la situación de la portería realista en la nueva tienda Futbol Emotion abierta en Donostia, donde le entregaron sus nuevos guantes: “Están muy bien, pero ahora quiero estrenarlos en competición”.
Al balear no le ha sorprendido el debate abierto con Rulli: “Existe desde siempre. Al final, la decisión es del entrenador. Y, lógicamente, en el estar acertado o no radica la opinión de la gente. Es verdad que se genera un mundo de la posición de portero, porque no veo el mismo debate en el delantero, el extremo o el lateral. Y cuando el debate se crea es porque hay dos grandes porteros, así que por eso entiendo el debate”.
No quiso ponerse en el lugar de Rulli: “En el mundo del fútbol ya me sorprenden pocas cosas. Pero convives con ellas, y cuando eres joven las sufres más. Con el tiempo te das cuenta de que forma parte de nuestro mundo y cuanto más preparado estás para cogerlas y mejor sepas convivir con este tipo de entorno, más llevadero es. A Rulli le veo muy tranquilo. Es un chico con una mentalidad muy fuerte y buena. Está trabajando muy duro, como lo estoy haciendo yo, porque ambos peleamos por un mismo puesto”.
El argentino no fue el responsable de la derrota para Moyá: “Pienso que no. Antes de esas jugadas tuvo dos paradas de mucho mérito, pero vemos solo el vaso medio vacío en vez de medio lleno. Y en el entorno mediático en el que vivimos se coge siempre lo que se quiere. Lo que se ha vivido con Rulli me ha parecido un poco exagerado, es como si le estuvieran esperando a la vuelta de la esquina”.
Moyá no está decepcionado por su suplencia: “Tengo ambición de jugar, pero no es una decepción no jugar. Estoy entrenando al máximo para jugar, pero mi mayor ilusión es entrenar bien, sin molestias, y a partir de ahí sé qué nivel tengo. Y me voy a casa con la conciencia tranquila porque doy el máximo y si juega el otro es por una decisión del entrenador. Y es cuestión de esperar mi momento y trabajar duro para ello”. La afición reclama su titularidad: “No me abstengo de esa opinión. Esta ahí. Pero realmente cuando estás en el campo no piensas en eso. He aprendido a evadirme de estas cosas y a salir al campo muy concentrado sin pensar en por qué lo tengo que hacer. Intento hacer mi juego, hay días que estoy mejor, no somos máquinas. En las encuestas hay un componente de calentón”.
No descarta la posibilidad de seguir en el banco en Huesca: “Hay que mantener la tranquilidad. La experiencia te enseña a mantener la paciencia porque la Liga es muy larga. Porque da igual quién juegue este partido, hay que seguir en el día a día, porque igual se cierra esa puerta y en varias semanas tienes que entrar, y no puedes afrontarlo con esa decepción a cuestas. Pero eso vale para Rulli o para mí”.
En lo que no está de acuerdo es en que sentar al argentino suponga matarle: “No es así, estamos en la elite. Y yo estoy en la elite porque no me han comido el terreno por detrás, que la gente viene muy fuerte. La elite significa rendimiento, significa estar en los momentos complicados y no es matar a nadie. Esto es un trabajo, todos tenemos un contrato con la Real y somos trabajadores de la Real, y hay un jefe, que es el entrenador”.
Si juega, la lupa se pondrá sobre el mallorquín: “La situación es que, juegue o no, la lupa está puesta en el portero. Igual otras veces se fijan en el delantero y estamos más tranquilos por detrás. La presión existe, forma parte del rendimiento para mantenerse al más alto nivel. Si me toca jugar, sabré que está ahí, pero igual que sabía que estaba el año pasado cuando llegué y en 24 horas tuve que jugar en el campo del Betis”.
Salga quien salga, la Real necesita ganar en El Alcoraz: “Todos los partidos son importantes. Pasa siempre por la ambición y la exigencia de cada uno. Pero hay un rival delante y cada año es más complicado. Es todo una caja de sorpresas y el primero que la abre, igual ni gana, porque nos hemos adelantado varias veces en el marcador y la caja de sorpresas se ha convertido en la caja de los truenos”.