Un nuevo visitante temible
Eusebio ha cambiado la cara de la Real a domicilio, al llevar, en sus dos años al frente del equipo, 19 victorias en las tres competiciones en las que ha participado hasta ahora
Muchas cosas han cambiado desde la llegada de Eusebio Sacristán. Las más claras: el estilo de juego, ya reconocible por todos, y los resultados. En la comunión de ambas circunstancias reside el verdadero secreto de su incuestionable éxito. Pero dentro del segundo apartado hay una cuestión que llama poderosamente la atención, y es que ha variado de forma radical el rendimiento del equipo a domicilio.
El castellano se encontró al aterrizar con un equipo dubitativo al que le costaba mucho sumar lejos de Anoeta. Los números certifican el meritorio e impresionante lavado de cara que le ha dado a sus marcadores fuera. Cuando se acaban de cumplir sus dos años en Donostia, en Girona aspira a cosechar para celebrarlo su vigésima victoria sin el aliento de su estadio. Contando, eso sí, sus partidos en las tres competiciones, es decir Liga, Copa y Europa League.
En su primer año, en los que dio bastantes bandazos en busca de una fórmula que realmente le convenciera, obtuvo cuatro triunfos a domicilio, pero todos ellos en escenarios de máximo prestigio. Ante el Espanyol, en Bilbao, en el Pizjuán y en Mestalla. Casi nada.
Estas buenas maneras encontraron su confirmación y su continuidad la temporada pasada, la única completa de Eusebio hasta la fecha, en la que igualaron el mejor registro de triunfos fuera de la historia del club con nueve, que habían alcanzado los dos equipos realistas que finalizaron subcampeones en las temporadas 1987-88 y 2002-03. Incluso dispusieron de dos últimas balas al final, en el Pizjuán y en Balaídos, para superar la marca. Los estadios conquistados fueron El Sadar, Butarque, El Molinón, Zorrilla (en Copa), Los Cármenes, La Rosaleda, Cornellà otra vez, el Gran Canaria, el Benito Villamarín y de nuevo Mestalla.
Esta campaña, la Real ha regresado con los tres puntos ya de Balaídos, Riazor y Mendizorroza, además de imponerse en Copa en Lleida y en la Europa League en Skopje. En la actualidad es el quinto mejor visitante de la Liga. El hecho de que haya conquistado tres estadios distintos con Eusebio provoca que, de Primera División, de los 18 estadios en los que ha jugado desde su llegada, solo no haya logrado sumar en el Santiago Bernabéu, el Camp Nou, el Vicente Calderón (que este ya será el Wanda), Ipurua y el maldito Ciutat de Valencia del Levante. En la guarida de los tres gigantes y en la del Eibar volverá a intentarlo esta misma temporada.
El repaso de los recintos en los que ganó la Real el curso pasado confirma que simplemente fue capaz de plasmar su supuesta superioridad. Sin embargo, hay otra circunstancia curiosa esta campaña, y es que si la Real pierde en Girona, habrá caído en los estadios de los tres recién ascendidos. Primero perdió, y además con goleada y sin discusión, ante el Levante 3-0. Después, en la última salida, vio cómo le remontaba el Getafe en el último cuarto de hora cuando lo tenía todo para vencer. El último que le queda por visitar es el Girona, que, por comentar, es el mejor novel a estas alturas en Primera desde 1994. No será porque no van avisados. La vigésima no puede esperar.
2015-16
Espanyol0-5
Athletic0-1
Sevilla1-2
Valencia0-1
2016-17
Osasuna0-2
Leganés0-2
Sporting1-3
Valladolid (Copa)1-3
Granada0-2
Málaga0-2
Espanyol1-2
Las Palmas0-1
Betis2-3
Valencia2-3
2016-17
Celta2-3
Deportivo2-4
Alavés0-2
Vardar0-6
Lleida (Copa)0-1
19
victorias a domicilio ha logrado la Real en los dos años que lleva con Eusebio. Ha vencido el 43,2% de sus partidos fuera.