donostia - Iñigo Martínez está cansado de no jugar y se agarra al último tren para Macedonia. El ondarrutarra se había marcado desde hace varias semanas el partido ante el Vardar para intentar reaparecer. Con el parón de por medio, entendía que quizá le iba a costar llegar a tiempo para el encuentro ante el Alavés, pero que podría, al menos, entrar en la expedición que viajará mañana a Skopje. Pese a que el domingo tampoco pudo completar la sesión entera y afrontó la segunda parte de forma individual, Iñigo pasará una última prueba en la sesión de hoy antes de tomar la decisión definitiva en consonancia con el cuerpo técnico y médico.
El central lleva ejercitándose con el grupo desde el pasado martes, aunque todavía no ha podido realizar ninguna sesión al completo. Ayer estuvo ejercitándose con su recuperador personal y las sensaciones fueron bastante halagüeñas. Habrá que ver si entre todos optan por no arriesgar y esperar al choque contra el Espanyol, ya que hasta el lunes todavía tendrá días para evaluar sus progresos.
66 minutos en diez encuentros es un bagaje casi dramático para un Iñigo que no suele llevar nada bien estar alejado de los terrenos de juego y al que hay que frenarle en muchas ocasiones para evitar posibles recaídas. Tampoco se puede descartar que Eusebio decida incluirle en la lista y que se siente en el banquillo para que se vaya reintegrando a la dinámica del equipo.
el resto Los que no van a tener ningún problema para formar parte de la expedición son Juanmi y Diego Llorente. El malagueño pasó la noche en un hospital de Vitoria al sentir mareos al final del choque, mientras que el madrileño también se llevó un choque muy fuerte con Pacheco, pero ayer ya se encontraba muy recuperado.
Por último, Álvaro Odriozola, que no participó en la sesión de recuperación del lunes por un golpe en la rodilla, también tiene previsto ejercitarse con normalidad hoy.