donostia - Buenas y malas noticias en la enfermería txuri-urdin. Las pruebas que le practicaron ayer a Carlos Martínez confirmaron que el tobillo está estable y que no sufre ninguna lesión grave. Lógicamente, el impacto fue fuerte, tal y como reflejaba ayer su notable cojera, por lo que va a estar una o un par de semanas por lo menos alejado de los terrenos de juego.

Lo que más preocupa ahora, además del tobillo de Agirretxe con el que habrá que tomar una decisión definitiva si no experimenta ninguna progresión esperada, es el contratiempo físico que sufrió Oier Olazabal en el entrenamiento del viernes. El meta se llevó un fuerte golpe en un choque con Jonathas de Jesus, que le ha provocado una importante lesión en el abdomen y que, al parecer, le está trayendo por el camino de la amargura. En principio, lo más probable es que se pase un mes de baja, aunque el meta siempre es optimista y confía en ir recortando el plazo en función de su previsible mejoría y cuando vaya desapareciendo el dolor.

Para el equipo es importante que se recupere cuanto antes el irundarra, ya que Rulli, con la amarilla que vio en el Pizjuán por perder tiempo, se encuentra a solo una tarjeta de cumplir ciclo y perderse un encuentro. Si le cogiera aún de baja Oier, sería el colmo de la mala suerte para un portero que, pese a no jugar apenas, está dejando una grata impresión en Zubieta y no se descarta que siga. - M.R.