donostia - Carlos Vela se ha pasado de la raya esta vez y lo va a pagar caro. El mexicano pidió perdón a todos los estamentos del club ayer, pero la respuesta que recibió fue que tendrá una fuerte sanción económica, al ser considerada su falta como grave, además de quedar apartado de la plantilla durante toda esta semana, por lo que no viajará a Vigo. El castigo deportivo fue adoptado por el cuerpo técnico, que llegó a consultar con el resto de la plantilla para ver si estaba conforme con sus intenciones.
Vela llegó hacia las 9.00 horas a Zubieta para reunirse con el vicepresidente Ángel Oyarzun, el gerente Iñagi Otegi, el director Lorenzo Juarros y Eusebio Sacristán. Tanto en ese encuentro como posteriormente en el vestuario con sus compañeros, el delantero se mostró arrepentido por lo sucedido y explicó que su intención era la de volver el lunes a primera hora a Donostia, pero que se durmió. Su principal error fue que llamó al doctor a la desesperada y se inventó que sufría una gastroenteritis, excusa que quedó rápidamente desenmascarada cuando aparecieron las fotografías en el concierto de Chris Brown en Madrid. Aparte de que su coartada tampoco iba a tener mucho recorrido, ya que, normalmente, los jugadores que están enfermos tienen que pasar revisión con el doctor, como sucede en todos los equipos de elite.
El club, que está muy molesto y decepcionado con la actuación del futbolista, le comunicó que piensa aplicar el reglamento de régimen interno y le trasladó que será castigado, en lo que técnicamente se denomina un pliego de cargos. El jugador tendrá ahora la posibilidad de elaborar su pliego de descargos para defenderse, pero lo más probable es que acate lo acordado por el club en lo económico. En principio, le restará a su sueldo anual, el tercero más alto, el equivalente a 20 días de los 365, es decir, en torno al 5% del total que percibirá esta temporada. Si no tienen en cuenta su arrepentimiento demostrado ayer, su multa superará los 10.000 euros, que es lo que abonó Seferovic por su incidente con su novia en la Parte Vieja donostiarra en el curso 2012-13.
En lo que respecta a la parcela deportiva, lo único que hizo oficial la Real fue que Vela realizará hasta nueva orden “trabajo personalizado en Zubieta y que todavía no se sabe si jugará en Vigo”. En realidad Eusebio le ha apartado para esta semana y, si no sucede nada anormal e inesperado, el lunes o el martes se reincorporará a la dinámica de grupo para intentar entrar en el once ante Las Palmas.
El técnico se reunió en solitario con el futbolista y le hizo saber que estaba muy enfadado con todo lo sucedido cuando, además, siempre le ha estado defendiendo y sacando la cara desde su primera comparecencia pública en la Real. No hay que olvidar que el vallisoletano tiene fama de ser meticuloso y muy poco permisivo con las salidas nocturnas de sus futbolistas, aunque es algo comprensible, sobre todo cuando se entrena a un filial como el del Barcelona.
El técnico acompañó a Vela hasta el vestuario para que se excusara con sus compañeros. Los que le conocen saben que fue el momento más duro para el mexicano, que no esperaba encontrarse con tantas caras de seriedad y decepción. Este encuentro, y el quedarse trabajando al margen, dejaron muy tocado al futbolista, que declinó comparecer ante los medios, pese a que desde el club le transmitieron que era recomendable que zanjara el tema ayer. Finalmente, tuvo que ser el capitán, como tantas otras veces ha sucedido en este club, el que saliera a dar la cara para abordar el asunto. Lo que admite mucha más discusión es que el departamento de comunicación decidiera que los medios gráficos que habían acudido a Zubieta tuvieran que abandonar el aparcamiento donde estacionan los integrantes de la primera plantilla para evitar que molestaran al jugador, al que, como se puede apreciar en la fotografía, solo pudieron retratar cuando abandonaba las instalaciones.
Según ha podido saber este periódico, Vela siempre tuvo claro que pensaba volver al entrenamiento, pero el concierto se alargó y se durmió. En el acto publicitario del martes, en el que coincidió con Bravo, no se mostró muy afectado. Lo que probablemente no se esperaba era el duro día de ayer. Todo apunta a que el siguiente palo que va a recibir será quedarse fuera de la lista de su selección. Tampoco se descarta que ya no vuelva a lucir más el brazalete...