La Real recibe hoy, a partir de las 18.15 horas, a un Levante en horas bajas. Farolillo rojo de la categoría, el conjunto granota no ha levantado el vuelo con el fichaje del técnico Joan Francesc Ferrer, Rubi (Vilasar de Mar, Barcelona, 1970), en detrimento de Lucas Alcaraz, despedido tras la contundente derrota sufrida precisamente ante la Real (0-4) en la primera vuelta -la novena jornada de la Liga-.
Desde entonces, con el exentrenador del Valladolid al frente de las operaciones, el Levante ha continuado con su particular depresión futbolística, sumando solo catorce de los últimos 54 puntos en juego. A punto de completar Rubi toda una vuelta en el banquillo -18 partidos-, los granotas solo han logrado cuatro triunfos: frente al Sporting a domicilio (0-3); y en casa ante el Rayo (2-1), Las Palmas (3-2) y el Getafe (3-0). Y, además, solo han sumado otros dos empates: contra el Depor en el Ciutat de Valencia (1-1) y ante el Espanyol (1-1) a domicilio. El resto, 12 encuentros, se han saldado con derrotas levantinistas: contra Valencia (3-0), Betis (0-1), Granada (1-2), Athletic (2-0), Málaga (0-1), Atlético de Madrid (1-0), Celta (4-3), Sevilla (3-1), Barcelona (0-2), Eibar (2-0), Getafe (3-0), Villarreal (3-0) y Real Madrid (1-3).
El juego exhibido por el Levante, a pesar de la intención de dotar al equipo de una mayor vocación ofensiva, tampoco ha experimentado la mejoría deseada, y en sus cuatro triunfos solo ha sido capaces de anotar cuatro goles.
“Me cuesta afrontar un partido con la idea de jugar solo al contragolpe”, destacó Rubi en su presentación como nuevo técnico levantinista. El cambio de sistema establecido, pasando a jugar con cuatro defensas y no con cinco, como era habitual en la etapa de Alcaraz, tampoco ha sido la panacea para aplacar la crisis de juego y resultados que padece el Levante, eliminado de la Copa a manos del Espanyol en los dieciseisavos de final del torneo. Eso sí, los refuerzos del mercado invernal han significado un soplo de aire fresco para el conjunto de Valencia: Rossi, Cuero, Orban, Verdú y Medjani.
El delantero italiano y el centrocampista catalán ya se han estrenado en el capitulo goleador al llevar dos y un gol, respectivamente. Aunque al frente de esta clasificación están el brasileño Deyverson, con ocho, y el habilidoso Morales, con seis, que, junto con Rossi, son los jugadores más peligrosos del Levante.
La cita de hoy, por tanto, emerge en medio de un escenario sumamente delicado en Orriols pero del que la Real no se puede fiar porque Rubi ya lo ha dejado claro en más de una ocasión: “No bajaremos los brazos”. El entrenador catalán lo manifiesta, convencido de poder sacar la situación adelante. “Sabíamos que esto iba a ser una empresa difícil, pero estamos en el camino. Hemos podido estar mejor a nivel de puntuación pero no podemos lamentarnos más, no vamos a bajar los brazos, los jugadores están preocupados y ocupados, las dos cosas”, apuntó el técnico granota.
más cómodos a domicilio Rubi considera que, desde su aterrizaje en el banquillo granota, sus pupilos han jugado más cómodos fuera de casa y es consiciente de que desde la llegada de los refuerzos, el pasado mes de enero, el equipo ha visto la luz. Solo hay que ver que en lo que llevamos de año ha obtenido tres de las cuatro victorias que figuran en su casillero.
En cualquier caso, la Real, ajena a los quebraderos de cabeza que presenta y sufre el Levante y después del severo varapalo sufrido el martes en el Calderón, intentará sumar los tres puntos en juego para recuperar la sonrisa que tenían sus jugadores tras encadenar las cinco jornadas sin perder -cuatro triunfos y un empate-. Enfrente asoma un equipo necesitado de puntos, con el fin de escapar de una depresión futbolística que tiene contra las cuerdas a Rubi. - N.G.