donostia - Iñigo Martínez no podrá acudir hoy la concentración de la selección debido a una rotura de fibras que sufrió ante el Málaga. El jugador estaba citado esta mañana en la Ciudad Deportiva de Las Rozas, pero no va a tener que acudir para pasar la habitual revisión con los galenos federativos. El domingo por la tarde los doctores realistas le practicaron una resonancia magnética al futbolista que confirmó que sufría “una lesión muscular de grado I en glúteo mediano de la cadera izquierda” y enviaron los resultados a la Federación, que, tras revisar la evidencia, decidió eximirle de viajar a Madrid. Como no va a poder correr por lo menos durante una semana, no tenía posibilidades de participar en ninguno de los dos partidos valederos para la clasificación de la Eurocopa ante Luxemburgo, el viernes en Logroño, y el próximo martes en Kiev, frente a Ucrania.
La noticia ha causado un gran disgusto a Iñigo, que tenía puestas muchas esperanzas en su regreso a la selección. El central creía que merecía volver a ser convocado, sobre todo debido a que los que estaban yendo no jugaban en sus equipos o no parecían estar en mejor forma que él, por lo que se llevó un mazazo al quedarse fuera de la anterior lista de Del Bosque a principios de septiembre. Aunque son muchos los que pensaban que la llamada de la selección podría descentrarle, es justo valorar el compromiso que ha demostrado con la Real este fin de semana. El jueves, el central volvió a sentir molestias en la cadera, donde ya sufrió una lesión muscular el mes pasado que provocó que se perdiese los duelos ante Betis y Espanyol. Incluso en el viaje el dolor le generó una visible cojera. A pesar de todo, y a que el martes tenía que estar en Las Rozas, el defensa antepuso su club y dejó claro a David Moyes que podía jugar, aunque no se encontrara en plenitud de condiciones.
Esto no quiere decir que la lesión condicionara su actuación. Iñigo Martínez falló en los dos primeros goles del Málaga. El error del primero seguro que le afectó en el segundo, que solo llegó dos minutos después y fue aún más grotesco. Al término del duelo, el canterano se disculpó en el vestuario ante sus compañeros, que, como es obvio, restaron importancia a lo sucedido y le animaron. Además, pidió al jefe de prensa comparecer ante los medios para dar la cara tras lo sucedido y, pasadas unas dos horas desde la finalización del encuentro, incluso se dirigió a la afición con un mensaje en su cuenta de Twitter: “Hoy no he tenido una buena noche. Mis disculpas a todos por ello”. Lo más impactante de todo es que el realista ya conocía entonces que se había roto y que casi con total seguridad no iba a poder jugar con la selección.
Desde que llegó el domingo a Donostia se puso en manos de los galenos para pasar las pertinentes pruebas que confirmaron la desagradable nueva. Como es de esperar, no vivió una jornada agradable, con las fuertes criticas que recibió de su partido y con la decepción de quedarse fuera de una convocatoria muy importante, ya que no se puede olvidar que no va a tener muchas ocasiones para hacerse un hueco en la lista definitiva de futbolistas que acudirán a la próxima Eurocopa.
Al menos, la lesión de Iñigo, quien también tuvo problemas en la cadera durante el curso pasado, llega en un buen momento para la Real, puesto que con el parón va a tener tiempo para tratar de llegar al partido contra el Atlético. En principio, los médicos blanquiazules le han dejado claro que va a tener que estar una semana en tratamiento sin correr.
Será a partir del próximo lunes cuando se podrá comenzar a determinar si realmente tiene opciones de recuperarse y formar en el once ante el Atlético. No hay que olvidar que los dos encuentros que se perdió el de Ondarroa acabaron en derrota realista. Una estadística que viene de lejos en su ausencia.