donostia - David Zurutuza pasará finalmente por el quirófano para tratarse la lesión meniscal que sufre en su rodilla derecha. El centrocampista txuri-urdin se encuentra en una condición apta para competir. De hecho, lo hizo el martes en el Vicente Calderón siendo titular, disputando más de 70 minutos antes de ser relevado por Finnbogason. Sin embargo, continúa acusando las secuelas de una dolencia que sigue manifestándose en su cuerpo, en forma de sobrecargas musculares colaterales e incluso de roturas fibrilares que podrían tener una relación directa con la lesión inicial.

El futbolista nacido en Rochefort está dejando atrás una temporada negra. La Real ha disputado 38 encuentros oficiales hasta la fecha, y él solo ha figurado en 20 convocatorias. Entró en las seis primeras (cuatro de Europa League y dos de Liga) antes de dañarse el menisco, por lo que, desde entonces, ha sido citado solo catorce veces sobre las 32 posibles. Menos del 50%. Se trata de la cifra más destacada de una campaña aciaga que comenzó con mal pie, a principios de agosto, cuando Zurutuza fue duda durante las horas previas a la visita al Aberdeen. Había sufrido una contusión que tras el partido (jugó) se convirtió en hematoma, por lo que se perdió la gira inglesa y los amistosos contra Newcastle y Chelsea.

sin quirófano El problema se solventó enseguida, y el pelirrojo continuó jugando partidos oficiales: ante el Krasnodar, por ejemplo, o frente al Real Madrid, su mejor actuación de la temporada, con dos goles. Sin embargo, durante el parón liguero de septiembre dejó de entrenar. Padecía una lesión meniscal, ante la que los servicios médicos optaron por esquivar el quirófano e iniciar un tratamiento conservador. Aquel parte se emitió el 18 de septiembre y el día 28, Zurutuza ya estaba jugando contra el Valencia. Siguió haciéndolo durante los últimos encuentros con Jagoba Arrasate, pero había algo que no terminaba de funcionar.

“La rodilla todavía me recuerda que está ahí y me da un poco de guerra, pero, como puedo hacer las cosas, sigo entrenando e intentando jugar. Es un poco incómodo, la verdad”, declaró en una entrevista concedida a NOTICIAS DE GIPUZKOA a primeros de diciembre, antes del derbi ante el Athletic. Unas semanas antes, se había perdido el debut de Moyes en Riazor por culpa de unas leves molestias, pero el escocés pudo alinearle antes de Navidades contra Athletic, Villarreal y Oviedo, hasta que se lesionó. El 20 de diciembre el club comunicó que sufría “una rotura de fibras moderada en la musculatura aproximadora de su muslo izquierdo”. No reapareció hasta el 7 de febrero, contra el Celta.

Apenas seis días después, el 13, fue titular en Almería, pero volvió a lastimarse. Otra rotura, en esta ocasión en el sóleo derecho, de la que ha tardado otros dos meses en recuperarse. El martes en el Calderón regresó a los terrenos de juego. Afortunadamente, no se lesionó. Pero volvió a casa con secuelas. Las de un importante golpe recibido del central atlético Miranda. Y las de una lesión que no termina de dejar atrás, le provoca numerosas sobrecargas y expone a su organismo a posibles lesiones adicionales. Aún no hay fecha, pero la decisión está tomada. Este verano toca pasar por el quirófano.

La dolencia que sufre en la rodilla le genera diversas sobrecargas musculares, que ya se han traducido en dos roturas de fibras

“Hematoma intra y extramuscular en el gemelo interno de la pierna izquierda”. Se pierde la gira inglesa de amistosos.

“Lesión meniscal en la rodilla derecha. Hemos decidido continuar con un tratamiento conservador”. Se pierde tres partidos de Liga (Celta, Almería y Sevilla).

Problemas físicos hacen a Zurutuza caerse a última hora de la convocatoria para A Coruña. El club no emite parte médico.

“Rotura fibrilar moderada de la musculatura aproximadora del muslo izquierdo”. Zurutuza no reaparece hasta el 7 de febrero, contra el Celta en Anoeta.

“Rotura fibrilar de primer grado en el sóleo derecho”. Zurutuza reaparece el pasado martes 7 de abril en el Vicente Calderón, contra el Atlético de Madrid.