EUAN Alexander es un escocés nacido en Edimburgo que compartía piso con su amigo Fraser mientras estudiaba Historia en una universidad de Glasgow. Apasionados aficionados del Heart of Midlothian, llevaban meses agobiados debido a que a los dos noruegos con los que convivían no les gustaba el fútbol.
En enero de 2010 se marcharon y llegó un donostiarra, Aitor Agirrezabalaga. A los dos días, en plena época de tanteo, Fraser se cruzó con él cerca de su casa y le preguntó a dónde iba: "Voy a un pub que he fichado para ver el partido de mi equipo con el wifi". Casi no se lo podía creer. Se fue a casa corriendo y le dijo a Euan: "Por fin tenemos a uno normal". No tardaron en acudir al bar a seguir el partido de la Real que, por aquel entonces, competía en Segunda División. Fue el origen de su ya apasionado sentimiento txuri-urdin que lleva camino de expandir por todo Escocia.
tamborrada Euan, que ha venido a pasar el día de San Sebastián y no se perdió la cita en Anoeta ante el Racing, saluda con un divertido Kaixo y recuerda que el primer equipo en el que se fijó de la Liga no fue el donostiarra: "Yo había oído hablar de la Real, pero yo le decía a Aitor que mi equipo en la Liga era el Recreativo, porque estuve en Huelva de vacaciones cuando era pequeño y me compré una camiseta. Pero cuando logró el ascenso en 2010 ya lo celebré como merece con toda mi cuadrilla en Glasgow".
Al principio no era fácil poder seguir la actualidad txuri-urdin: "Solíamos ver bastantes partidos de la Real en el ordenador, con rojadirecta o demás programas de ese tipo. Nos juntábamos todos los que vivíamos en el piso y mis amigos. Cuando estaba en Segunda División era más complicado de seguir, y además tenía menos gracia, ya que no reconocíamos a los futbolistas de los otros equipos".
Su bautizo en Anoeta llegó en el regreso a Primera frente al Villarreal: "Recuerdo que estuvimos comiendo en una sociedad y después de unas cuantas copas, fuimos al campo. Yo llevaba una bandera escocesa y detrás tenía un alemán que también portaba una de su país. Nos sacaron muchas fotos y llegué a salir incluso en un periódico. Cuando volví enseñé las fotografía a mis amigos, que estaban alucinados. Era agosto y hacía calor. Había mucha gente que estaba sin camiseta, pero yo no, porque, aunque estaba más delgado, era preferible no mostrar mi figura".
para siempre Disfrutó tanto que a partir de ese día tuvo una cita ineludible de dos horas por semana con la Real: "Después de estar en Anoeta comencé a seguir más a la Real. El segundo partido de Liga fue contra el Almería y me acuerdo de estar celebrando los goles en la oficina. Nunca antes lo había hecho. El Almería empató en el último minuto y yo me di cuanta de que, aunque tampoco me puse a llorar, estaba sintiendo algo parecido a lo que percibía con el Hearts".
Como aficionado del club de Edimburgo, se prepara para pasar una campaña en Segunda: "Va a bajar este año. Empezó con -18 puntos por una sanción por problemas de administración y actualmente está en -1 puntos. La salvación se encuentra en los 21 puntos. Los jugadores tienen como 15-16 años, porque no pueden fichar nada", lamenta.
Su corazón partido halla puntos de encuentro entre sus dos equipos: "Hemos tenido un jugador que militó en la Real, Edgaras Jankauskas. Iñigo Idiakez también estuvo a prueba. De la Real también sabía que había jugado contra el Celtic una eliminatoria de la Copa de Europa. Incluso le conseguí el programa del partido a Aitor. Les ganamos".
Y es que Euan odia al Celtic, ya que el Hearts es el equipo protestante de Edimburgo, al igual que Glasgow Rangers: "A mí no me gustaría ser de los equipos grandes. Solo ganan. Para mí eso no tiene gracia. No me quiero ni imaginar lo que supondría que la Real ganara por ejemplo la Copa del Rey. Yo estaré allí, confirmado", asevera.
Este escocés de 33 años se quedó fascinado con Donostia y con la afición realista: "Me gusta la ciudad y su gente. Trato de venir una vez cada año por lo menos. Tengo amigos aquí, que me consiguen entradas. Estoy en contacto con ellos. He venido en varias ocasiones a Santo Tomas y me gustaría ir a la fiesta pirata de la Aste Nagusia".
No tiene problemas en reconocer que el gran fútbol y los buenos resultados ayudan a que esté entregado a la causa: "A nosotros nos gusta mucho el juego de la Real y de la Liga, que es mucho más técnico. El Hearts no podría jugar jamás así (hace el gesto de un balón aéreo con el silbido de la caída). Yo pago 500 euros por el abono de mi equipo y veo el peor fútbol posible. Muchos aficionados de la Real no se lo llegarían a creer. El otro día nos sorprendió mucho el Racing, por ejemplo. Todos sus jugadores tenían habilidad. Pienso que ganarían al Hearts. Bueno, estoy seguro".
Divertido y jovial, con un vozarrón impresionante, nos abre la caja de las anécdotas que ha vivido por su pasión txuri-urdin: "El día del Deportivo estaba haciendo una fiesta en mi casa en la que había unas 50 personas. Repartí entre los invitados que pude todas las camisetas de la Real que tengo. En el descanso del partido, quité la música, y pedí un minuto de silencio solo para apoyar al equipo. La mayoría de la gente me miraba como pensando ¿pero qué dice este? Luego lo celebramos como se merece, nos tiramos al suelo y demás".
iñigo martínez Aunque no luce un cuerpo de futbolista, muchos hinchas realistas le han comentado que se parece a Iñigo Martínez: "A mí me gusta mucho Iñigo. Además me dicen que me parezco a él. Quizá cuando era más joven. En Manchester muchos aficionados de la Real me comentaban que tenía que marcar un gol. Me lo pidieron tantas veces que les hice caso y lo hice. Lástima que fuese en la portería equivocada".
En sus aventuras por la Parte Vieja donostiarra también tuvo un encuentro inolvidable: "Después del partido contra el Villarreal no había mucho ambiente ya que era un domingo de la Semana Grande. Ya no había nadie de la fiesta. Estábamos en el Belea, en la Juan de Bilbao, bastante perjudicados. Empecé a hablar con uno que estaba en la barra, que no tenía ni idea de inglés, pero su novia hacía de traductora. No entiendo por qué, pero le caí simpático. Nos intercambiamos los teléfonos y acordamos que viniera a pasar las Navidades en mi casa en Escocia. Era Eñaut Zubikarai. Desgraciadamente perdí el móvil, pero si lo lee, que sepa que la invitación sigue en pie. Cuando ya supe quién era lo levanté en mis hombros y le di cuatro o cinco vueltas por el bar. Contra el Racing fue la primera vez que le vi jugar y estuvo muy bien".
Entre sus gestas también se encuentra la invención de un nuevo hit de ánimo a la Real: "No es muy profunda, más bien básica. Tampoco es música. Erre Erre Erreala (bis), Real Sociedad from the Basque Country!". En Manchester lo cantábamos y muchos aficionados se sumaban encantados. Muy divertido. La canción la inventé en Escocia y subí un vídeo a Facebook en la que unos 30 escoceses entonaban la canción sin tener ni idea de lo que era la Real o incluso el País Vasco".
Este verano, como es lógico, siguió de cerca el sorteo de la Champions para ver si a la Real le tocaba ir a las Islas Británicas: "Me hizo una ilusión tremenda lo de Manchester. Hubiese preferido que se enfrentase de nuevo al Celtic, pero estaban en el mismo bombo del sorteo".
Desgraciadamente, no tuvo fácil acudir a Old Trafford para animar a la Real: "Tuve que mentir en el trabajo. Llevaba solo dos meses en un nuevo trabajo y no tenía derecho a vacaciones. No me quedó más remedio que contar a mi jefe que debía ir a un funeral. Llegué al día siguiente, hora y media tarde, sin voz... Mi jefe debió pensar que fue un funeral estupendo. Para el lunes que viene, que es cuando vuelvo a casa, tampoco pude pedir fiesta, pero mi padre va a llamar para decir que ha perdido el tren".
camiseta realista Su pasión por la Real es conocida ya por su entorno porque, entre otras cosas, ha conseguido que su equipo de la universidad juegue con su escudo: "Hay un campeonato entre universidades. En Glasgow existen tres. Nosotros vestimos la camiseta de la Real, de rayas amarillas y verdes, con la publicidad de Belca y todo, porque era más barata y hemos ganado tres años la liga. Mis compañeros no estaban sorprendidos porque todos conocen a la Real. Muchos de ellos han visto partidos y suelen seguir sus resultados".
Euan no traga al Athletic: "En Santo Tomás, bastante animados, cogimos el teléfono y empezamos a llamar a clubes de todo el mundo. Llamamos al Athletic y empezamos a meternos con San Mamés. Pero también al Apoel Nicosia donde juega Aritz Borda, que es de la cuadrilla de Aitor, al Besiktas, a un club de Kenia... ¡Luego nos llegó una factura de 300 euros!". No olvida que el Hearts pudo enfrentarse al equipo bilbaino: "Nos pudo tocar en el sorteo de la previa de UEFA dos años seguidos. No me hacía mucha gracia porque todavía jugaba Llorente".
Como buenos británicos, Anoeta y sus pistas de atletismo no le convencen: "El estadio del Hearts es pequeño y puedes quitarle el balón al que saca de banda. Es una pena que Anoeta esté tan lejos. No sé cuando van a remodelarlo, pero seguro que luego habrá una gran ambiente. Estuve viendo San Mamés y me pareció impresionante".
Sobre los realistas que se llevaría al Hearts, también lo tiene bastante claro: "Iñigo, que ya está en la selección, está muy bien. Griezmann marca muchos goles. Para el Hearts me cogería a todos, incluso a los más jóvenes. La Real cuenta con un muy buen equipo. Sería increíble que un día se llegaran a enfrentar la Real y el Hearts. Este año el Celtic le ganó 7-0 al Hearts, aunque al menos luego el Barcelona se vengó por nosotros y le endosó un 6-1".
Pese a haber estudiado Historia, actualmente trabaja en un banco. Pero su alma inquieta no tiene mucha pinta de consumir demasiados años en la silla de su despacho: "Mi sueño es viajar por el mundo, quizás enseñando mi inglés cerrado. Llevar once camisetas de la Real y once del Hearts y organizar un partido de gente local jugando unos contra otros".
final de copa Para esta temporada, le ilusiona mucho la Copa del Rey: "La Real puede jugar la final, yo no me la perdería. ¿Por qué no eliminar al Barcelona? Son muchos años sin llegar tan lejos. Tendré que decir otra vez lo del funeral si hace falta. A veces los deseos se cumplen. Ganamos en 2012 la final de la Copa de Escocia 5-1 al Hibernian, eterno rival. No paré de llorar desde el primer gol en el minuto 25".
Su siguiente objetivo es reunir a todos las personas de su entorno que le han ido cogiendo cariño a la Real, en parte gracias a él, y constituir una pena txuri-urdin en su país: "Seremos como 20-30 aficionados dispuestos a apuntarnos. Todavía no hemos decidido el nombre de la peña, estamos en ello".
Es Euan Alexander, el escocés que ha dotado de sentido a que Mel Gibson se pintara la cara de txuri-urdin para las batallas interpretando a William Wallace en Braveheart.