azpeitia. Mikel Labaka vivió ayer uno de los días más emotivos de su carrera. Lo hizo en casa, ante los suyos y junto a los dos equipos de Primera en los que militó. Se despidió hace meses tras solo dos temporadas en el club madrileño, pero fueron suficientes para que su carisma y su personalidad calasen en los madrileños. Por eso ellos se lo han devuelto con un homenaje que recordará siempre, como la Real, el equipo de su vida, que no quiso perdérselo y estuvo cerca de él de nuevo para darle cariño en su casa.
A pesar del tiempo, que castigó el césped y a todos los presentes, el central tuvo su despedida con un acto muy emotivo que demuestra el cariño que todos su excompañeros, familiares y amigos le tienen. Solo los que dan mucho reciben tanto, y ayer fue la confirmación de lo que ya se sabía. Mikel Labaka es uno de esos jugadores que se ha ganado el respeto de todos con su trabajo y humildad, por lo que Azpeitia, la Real, el Rayo y todos los aficionados le brindaron un sentido homenaje en Garmendipe, que se llenó para la ocasión, y que el azpeitiarra guardará en el baúl de sus mejores recuerdos.
La lluvia quiso ser protagonista, pero la ilusión de todos pudo con ella en la previa del choque. Los jugadores de ambos conjuntos, acompañados cada uno por un niño vestido del Lagun Onak, hicieron el pasillo al protagonista. Antes lo hicieron Jon Maia y Amets Arzallus, ambos bertsolaris, que dedicaron unos bertsos a un emocionado Labaka. Jokin Aperribay, Miguel Ortiz, delegado del Rayo Vallecano, Eneko Etxeberria, alcalde de Azpeitia, Agustín Aranzabal, Itxiar Arratibel, de ESAIT y Mikel Izurrieta, presidente del Lagun Onak entregaron varias ofrendas y diversos regalos al central, que presenció el acto junto a la pequeña de sus hijas en manos, mientras la mayor vestía la camiseta de los vallecanos con el número 4 de su padre.
La humildad de Mikel salió a relucir también en un agradecimiento sentido hacia el club de su vida, el Lagun Onak: "Estoy sorprendido por el volumen que ha tomado esto. Siempre me he sentido reconocido deportivamente, pero esto? Solo puedo agradecérselo a todos. Al Lagun Onak que es quien lo ha organizo, a la Real, porque sé que es un compromiso grande venir aquí, y qué decir del Rayo Vallecano... Venir desde Vallecas a Azpeitia cuando todos sabemos que podrían haber dicho perfectamente que no es muy especial para mí". Visiblemente emocionado, volvió a "agradecérselo a todo el mundo, es muy bonito y muy especial".
Además, destacó la importancia de los clubes por los que ha pasado en su carrera: "Me han aportado muchísimo. Los primeros años en el fútbol te marcan, y el Lagun Onak me ha inculcó unos valores que ahora son los mismo. Entender mi carrera sin la Real y el Lagun Onak es imposible. La experiencia del Rayo me pilló más maduro, pero también me marcó muchísimo. Ver un barrio tan volcado con su equipo es muy bonito, y con eso me quedo de todos estos años".
Sin duda un adiós cuidado y a la altura, el mejor adiós que podía tener. Ahora es momento de seguir disfrutando de los suyos, como él siempre dice. Disfrutar con los suyos, como lo hizo ayer. Como rezaba una pancarta en Garmendipe, Eskerrik asko, Mikel.