donostia. Usted fue el precursor de la idea de sacar la ikurriña hace 34 años, ¿no?
Sí, la idea surgió de mí. Consulté con determinadas personas, entre ellas Kortabarria, la posibilidad de sacar la ikurriña al saltar al campo. El tema se llevó con prudencia, no queríamos que lo supiera mucha gente. Lo comentamos en el vestuario ese mismo día y no contactamos con el Athletic hasta que estaba en las casetas de Atocha. Hora y media antes del partido, hablamos con Iribar, que consultó con sus compañeros. Dieron el beneplácito y se decidió hacerlo. Pero la ikurriña estaba ilegalizada y no sabíamos cómo hacerlo, porque a la salida del foso de Atocha solía haber policías nacionales. Le di la ikurriña a Salva Iriarte. La metió en una bolsa con esponjas y agua y, cuando los jugadores salieron, yo salí por detrás (estaba desconvocado), cogí la ikurriña y se la pasé a Kortabarria e Iribar.
¿Cuál fue la reacción del público?
La reacción fue tremenda. Como fue algo totalmente imprevisto, ver por primera vez en Atocha la ikurriña fue muy emocionante, hubo cantidad de gente que lloró, que lo sintió mucho. Atocha explotó, habría 15.000-16.000 personas y fue indescriptible. Era algo reivindicado por la mayoría del pueblo, pero en ese momento no estaba permitido que ese símbolo se exhibiera.
¿Quién hizo la ikurriña?
Creo que mi hermana, y yo la traje desde Getaria, donde vivía entonces. Entré a San Sebastián por Ondarreta y había control de la Policía Nacional. Me tocó parar y me registraron el coche de arriba abajo, pero no encontraron la ikurriña.
¿Cómo vivían ustedes el contexto político de la época?
Todos en la Real éramos jugadores de la cantera y teníamos nuestras inquietudes y sentimientos. La mayoría nos sentíamos vascos y abertzales, y algunos incluso independentistas. Era el año 1976, no había cuajado la democracia, estábamos en esa época de transición y el pueblo vasco estaba luchando por sus reivindicaciones. Nosotros también éramos el pueblo y teníamos que hacer algo para reivindicar los derechos del pueblo vasco.
¿Qué pasó después de exhibir la ikurriña en el centro del campo?
Kortabarria e Iribar se quedaron allí, pero yo tenía que volver a vestuarios y los dos policías nacionales me dijeron algo así como que eso no iba a quedar impune. Con la ikurriña no sé qué pasó, si te digo la verdad. La cogería algún jugador. No nos la quitaron, porque ahora está en el museo.
¿Hubo alguna represalia posterior para la Real Sociedad?
No hubo ninguna sanción para la Real. Creo que en épocas anteriores a la mía, en los años 60, hubo en Atocha algún petardo tipo paracaídas y cayeron un par de ikurriñas del aire, pero se podría decir que fue la primera vez que se mostró la ikurriña de esa manera en un acto multitudinario. De hecho, el 19 de enero del año siguiente, en la víspera de San Sebastián, se sacó por primera vez la ikurriña en la Plaza de la Constitución.
Aquel partido acabó en fiesta total para ustedes, con el 5-0.
Igual los jugadores del Athletic estaban más nerviosos que nosotros por todo este asunto de la ikurriña, y quizás eso influyó en el resultado. Es una opinión personal, pero creo que salieron nerviosos.
¿Qué le parece que, en el próximo Real-Athletic, que previsiblemente se disputará el 5 de diciembre, se pueda recordar ese momento sacando de nuevo la ikurriña?
Sé que están organizando un acto para recordar aquel día, pero estos hechos son irrepetibles, se dan una vez en la historia, en un momento concreto y en un contexto sociopolítico especial, con la ikurriña ilegalizada. Me acuerdo que Fraga dijo que para legalizar la ikurriña habría que pasar por encima de su cadáver, y sigue vivo. Ahora, la ikurriña está en todos lados.