Donostia. Joseba Llorente puede convertirse en las próximas horas en nuevo jugador de la Real. Las negociaciones con el Villarreal y con el futbolista hondarribiarra se encuentran muy avanzadas y el acuerdo está a un paso de cerrarse, una vez que se ha cumplido el requisito indispensable del ascenso txuri-urdin. Según ha podido saber NOTICIAS DE GIPUZKOA, el delantero firmaría un contrato para las próximas cuatro temporadas en las que cobrará una ficha sensiblemente inferior a la que actualmente percibe en el conjunto levantino, de ahí la larga duración del pacto.

El guipuzcoano tenía dos años más firmados con el Villarreal, por lo que la Real tendrá que abonar una cantidad que oscilará entre los dos y los tres millones por hacerse con su contratación. La entidad amarilla recuperará de esta forma parte de la inversión que acometió hace dos temporadas, cuando abonó al Valladolid los 5,5 millones de euros de su cláusula de rescisión. Al parecer, la intención del entrenador amarillo, Juan Carlos Garrido, es prescindir del de Hondarribia para subir del filial al argentino Marcos Rubén, el mismo que sembró el pánico en Anoeta hace tres semanas.

Joseba Llorente está encantado con la posibilidad de regresar a Donostia siete temporadas después de haber salido por la puerta de atrás de la Real tras la campaña del subcampeonato. "Cuando yo estaba en la Real tenía por delante a Kovacevic, Nihat y De Paula. No hay que darle más vueltas, era comprensible que no tuviera demasiadas oportunidades", ha solido declarar con una sincera modestia cuando le preguntan los motivos por los que no consiguió ser profeta en su tierra. El punta está dispuesto a sacrificar parte de los emolumentos que tiene firmados con el Villarreal, para recalar en la Real. En el mes de noviembre cumplirá 31 años, por lo que quizá pueda sorprender la larga duración del contrato que le propone el club txuri-urdin. La realidad es que no ha tenido lesiones excesivamente importantes y que físicamente se encuentra en un buen estado.

Joseba Llorente fue uno de los proyectos de delantero más ilusionantes salidos Zubieta en la última década. Incluso lideró al conjunto realista que se proclamó campeón de liga de la categoría juvenil en una final que se disputó en Anoeta. Debutó en el curso 1999-00, pero en el siguiente Clemente le cedió al Eibar. John Toshack llegó en diciembre y decidió repescarle junto a Xabi Alonso. Ambos jugaron un buen papel en la reacción que protagonizó el equipo que le permitió salvarse del descenso. Kovacevic, Nihat y De Paula le cerraron las puertas de las oportunidades y finalmente tuvo que emigrar, aunque no muy lejos, porque regresó al Eibar. En el conjunto armero, a las órdenes de Mendilibar, completó dos campañas sobresalientes, sobre todo la segunda en la que marcó 18 goles y estuvo a punto de alcanzar el ascenso por primera vez en la historia del club.

Su rendimiento le permitió firmar por el Valladolid, donde actuó en tres temporadas en las que anotó 12, 17 y 15 dianas. Las de la segunda colaboraron en el ascenso y los de la tercera fueron ya en Primera.

Hace dos temporadas, el Villarreal se hizo con sus servicios y en su primer año logró 15 goles en Liga y cuatro en la Champions, alguno de ellos clave como el que firmó ante el Panathinaikos, que certificó la clasificación para los cuartos de final. Esta temporada ha perdido protagonismo, lo que no le ha impedido lograr nueve tantos en Liga.

Declarado seguidor txuri-urdin, el pasado domingo estuvo celebrando el ascenso en Anoeta desde uno de los palcos. Jokin Aperribay reconoció ayer en Onda Cero sobre su fichaje que "si dijese que no con rotundidad estaría mintiendo". En este periódico el domingo declaró que "hay que esperar. Me parece difícil. Es un gran jugador, al que hemos seguido, pero no es momento de hablar de eso". El ascenso ha precipitado los acontecimientos y en las próximas horas se puede hacer oficial su fichaje por la Real. Será el regreso de otro de los hijos pródigos de Zubieta.