Todo empezó cuando Kimberly subió a su muro la foto de una compañera suya con la ropa interior bajada. La foto estaba tomada desde arriba de modo que lo único que se veía era la ropa interior bajada, los pantalones y las zapatillas, pero nada más. La foto le llegó a la joven en abril de 2011. Una compañera le envió esa imagen con un mensaje en tono humorístico: "Pensando en ti".
"No podía parar de reír y le pedí permiso para subirlo a Facebook", dijo la muchacha a la prensa estadounidense. El permiso le fue concedido. Dado que todo esto pasó fuera de las horas de trabajo, no vio inconveniente para no hacerlo. Grave error, pues le costó su puesto de trabajo.
El padre de uno de los alumnos, que tenía a Hester como amiga en la red social, vio la imagen y llamó a su jefe, Robert Colby, para informarle. Poco después, Colby llamó a la profesora a su oficina y le pidió que le mostrara la foto. Ella se negó y él insistió. Pero dado que no entró en su Facebook ni entregó sus claves a su superior, la profesora fue suspendida y, posteriormente, obligada a dimitir. Los jefes de Kimberly consideraron que subir esa foto constituía mala conducta.