¿Qué mensaje quiere lanzar el PNV en puertas del pleno de política general? 

A diferencia del clima político que se vive en el Estado, con una polarización extrema y con el viejo bipartidismo de PP y PSOE lanzándose los trastos a la cabeza durante los incendios cuando morían personas, lo más importante ahora mismo es trasladar que el lehendakari ha demostrado a través de la ronda con los partidos que es posible una forma distinta de hacer política. Habiendo proyectos muy distintos, no nos insultamos. Tenemos que tratar de preservar ese clima. Al mismo tiempo, el Gobierno está muy alineado con las preocupaciones de la calle: la ley de medidas urgentes para la vivienda, el foro de seguridad, puesta en marcha de los acuerdos del pacto de salud...

Cuando el PNV tiende la mano a la oposición, ¿hasta qué punto está dispuesto a ceder? PNV y PSE tienen mayoría absoluta en el Gobierno, y querrán llevar a cabo su programa. 

Tener una mayoría de votos nos da la tranquilidad de que la hoja de ruta la vamos a cumplir. Y nos garantiza la estabilidad. Hay que negociar con otros grupos porque hay determinadas cuestiones que sí que entendemos que requieren una mayoría cualificada y, cuanto mayor sea el consenso político, más estables van a ser en el tiempo. Porque hay cuestiones que deberíamos eliminar de la disputa partidista. Un ejemplo es el pacto de salud. Es muy importante alcanzar consensos amplios en algunos temas porque son lo suficientemente importantes como para que no nos tiremos los trastos a la cabeza. 

Pero EH Bildu ha dejado la vivienda fuera de los ámbitos de acuerdo que propone al lehendakari. ¿A ustedes les preocupa que los 107 ayuntamientos de EH Bildu no utilicen la posibilidad que les dará la futura ley, reducir del 75% al 60% el porcentaje mínimo de vivienda protegida para que se construya más? 

Esto demuestra la forma de hacer política que tienen algunos. Parece que la consigna de Bildu es: solo se puede alcanzar acuerdos sobre los temas sobre los que yo quiero alcanzar acuerdos. Ellos nos dicen en qué terreno podemos jugar. La situación de la vivienda es lo suficientemente grave como para que todos nos mojemos en la aprobación de una ley y participemos en su mejora, especialmente aquel partido que tiene tanta representación municipal. Además, tiene la responsabilidad de ser el partido que ha aprobado las dos leyes de vivienda que tenemos en este momento en vigor, la Ley de Vivienda vasca del año 2015 de la mano de UPyD, y la Ley de Vivienda del Estado. Algo tendrá que decir sobre la situación que tenemos ahora. Se borran de la negociación. Luego nos hablarán de grandes acuerdos y de dar la talla.

¿Y usted se ha tomado como un toque de atención lo que decía la presidenta de Eudel, de su propio partido, cuando defendía que a los ayuntamientos hay que ofrecerles recursos para movilizar vivienda, más allá de pedirles que cedan edificios al Gobierno vasco?

No, no, en absoluto fue un toque de atención. De hecho, en la propia negociación de la ley, también se ha hablado con Eudel, y Esther Apraiz lo que pide con toda la razón es algo que estamos decididos a hacer, que se prevé hacer, que es dotar a los ayuntamientos de más recursos para que puedan avanzar en todos los trámites que se piden para que puedan construir vivienda. 

A preguntas de EH Bildu sobre el índice de precios de referencia, la ministra de Vivienda reconoció el esfuerzo de las diputaciones, pero dijo que está preocupada porque faltan pasos en Araba y Bizkaia. ¿Cómo recibió sus palabras el PNV?

Me consta que la Diputación de Araba ha puesto los datos en manos del Eustat, por lo que no sé dónde están las quejas. No sé si es desconocimiento o mala fe. Quiero pensar que es simplemente desconocimiento.

En cuanto al blindaje del euskera en las ofertas públicas de empleo, el Consejo del Gobierno vasco respaldó la tramitación de la propuesta del PNV con el argumento de que es una modificación técnica y respeta los consensos. El PSE se abstuvo para no obstaculizarlo. ¿Es señal de un acercamiento entre PNV y PSE? 

Bueno, partimos de posiciones distintas porque tenemos interpretaciones diferentes sobre la realidad del euskera y de cómo han afectado determinadas sentencias a los procesos selectivos de las administraciones públicas. El PNV y el PSE han estado en todos los consensos sobre el euskera desde 1982, y nos reconocemos mutuamente un papel relevante en preservar esos consensos. El hecho de que en un momento concreto hayamos tenido una diferencia no quiere decir que esos consensos hayan desaparecido. Por tanto, en la medida en la que nos seguimos reconociendo ese papel, seguimos hablando y vamos a tener que seguir hablando también en este inicio del curso sobre cómo damos respuesta a esta situación. Y, desde luego, PNV y PSE, pase lo que pase, van a seguir siendo unos actores muy relevantes en los consensos sobre el euskera. 

Cuando dice “pase lo que pase”, ¿significa que deja la puerta abierta a que no sea posible ese consenso y haya que buscarlo con Bildu? 

Todas las puertas están abiertas en la medida en que no se ha cerrado ningún acuerdo. Por tanto, es responsable que barajemos todas las alternativas, y lo que tengo claro es que PNV y PSE han sido desde 1982, son hoy y van a seguir siendo en el futuro dos agentes importantes a la hora de garantizar los consensos sobre el euskera. Lo que hemos conseguido con los consensos es no utilizar la lengua como arma arrojadiza.

¿Y cómo interpreta el PNV que Bildu justifique su petición de acuerdos al lehendakari en que va a haber alternancia al frente del Gobierno en los próximos años? 

La democracia consiste en dar a la ciudadanía la capacidad para que haya alternancia o no. Ellos parece que están muy convencidos de que esa alternancia se va a producir. A algunos les falta algo de humildad. Nosotros seguiremos trabajando para resolver los problemas del país.

Pello Otxandiano dice que en un año llegará la precampaña para las elecciones municipales y forales de 2027 y complicará la búsqueda de acuerdos. ¿Es ahora o nunca? 

Hablan de alternancia, hablan de las próximas elecciones... Parece ser que algunos partidos están pensando más en las elecciones que en el día a día del país, que es lo que importa a las familias de Euskadi. Nosotros estamos a lo que tenemos que estar. 

“No hay socios preferentes para negociar las Cuentas en las Juntas, negociamos sobre los contenidos”

Para la negociación de los Presupuestos en cada una de las Juntas Generales, ¿los socios preferentes van a ser los partidos con los que pactaron los vigentes, Bildu en Bizkaia y Araba, y PP en Gipuzkoa?

No hay socios preferentes. La forma que tiene el PNV de negociar no es la de priorizar a ningún partido. Negociamos sobre contenidos. Con el partido con el que se pueda negociar sobre contenidos de forma realista, se acordará. Si son propuestas partidistas, no conseguiremos acuerdos.

¿Les preocupa que se intente proyectar una dualidad entre la mala relación PNV-PP y la relación de trabajo del lehendakari con presidentes como el andaluz o el gallego?

Cada vez que viene algún representante del PP español a Euskadi, no hacen más que meterse con el PNV; y Feijóo y Ayuso tienen una obsesión con el PNV. Esa es la realidad. Después, la realidad institucional también es que tenemos un lehendakari que está a la altura de las circunstancias y sabe que tiene que mantener una relación cordial porque hay problemas que tiene que solucionar con otros presidentes. Creo que es compatible que tenga una buena relación con los presidentes, salvo Ayuso.

Javier de Andrés les ha pedido que incorporen al PP a las conversaciones sobre el nuevo estatus de autogobierno. ¿El PNV lo va a hacer, o cree que el PP quiere sabotear desde dentro ese acuerdo? 

Las únicas declaraciones que escuché a De Andrés sobre el autogobierno fueron para decir no solo que no hacía falta un nuevo estatuto, sino que cumplir el que tenemos tampoco era bueno para Euskadi. No sé qué quiere aportar.

El PSE dice que el derecho a decidir es una línea roja; pero Bildu dice que todas las cuestiones están sobre la mesa. ¿Hay o no hay líneas rojas? ¿El derecho a decidir está sobre la mesa con otra formulación?

Por el propio éxito de las conversaciones, es muy importante que mantengamos la discreción, que sigamos negociando con tranquilidad y preferentemente sin líneas rojas.

“Es importante negociar el nuevo estatuto con tranquilidad y sin líneas rojas, preferentemente”

Otegi admite que todas las partes deben estar cómodas con el acuerdo. ¿Le consta que EH Bildu esté modulando sus posiciones?

El acuerdo que alcancemos sobre el nuevo estatuto tiene que ser un acuerdo en el que todas las partes nos sintamos cómodas, que reciba el mayor apoyo posible del Parlamento, porque eso querrá decir que ha sido un estatuto capaz de representar la pluralidad de la sociedad vasca; y se tiene que basar en no impedir el desarrollo de una mayoría y de no imponer una mayoría tampoco.

Joseba Díez Antxustegi posa para la entrevista Pankra Nieto

“Si el Gobierno español incumple, los socios tendrán las manos más libres para votar en consecuencia”

¿Cuál es la pretensión del PNV con el foro de seguridad del Gobierno vasco? ¿Tiene que desembocar en una apelación al Estado para que endurezca la multirreincidencia en el Código Penal?

La multirreincidencia es un asunto al que tenemos que hincar el diente. No puede ser que no haya recursos en los juzgados y que, cuando una persona entra detenida por la Ertzaintza, al día siguiente esté en la calle. Tenemos que ponerle solución. Se están tramitando en el Congreso iniciativas para endurecer la multirreincidencia. Pero están paradas. El Gobierno del Estado tiene que impulsar esta cuestión. Los ciudadanos y las ciudadanas están pagando la incapacidad o la falta de ganas que tienen determinados partidos para solucionar un problema.

El lehendakari ha firmado un convenio de colaboración con el presidente de Canarias que incluye la formación en los países de origen para los migrantes. ¿Es lo que querían decir cuando hablaban de la migración que necesita Euskadi?

Desde luego. Formar en origen a las personas que van a venir a Euskadi es muy importante. La mejor forma de integrarse en la sociedad vasca es a través del trabajo y, si conseguimos que las personas que llegan a Euskadi respondan a los perfiles que demanda nuestro mercado laboral, va a ser mucho más fácil que se integren. Necesitamos un perfil muy variado de personas. Si conseguimos que vengan formadas, vamos a responder a los dos objetivos: económico y de integración.

“Yolanda Díaz se olvida a veces de que es ministra porque el PNV votó la investidura y debe cumplir”

La izquierda abertzale está engrasando su relación con la izquierda confederal española. ¿El PNV está estudiando algún movimiento para reforzar los vínculos con Junts? 

Hemos estado con Junts en la Diada, y tenemos una relación fluida con un partido con el que podemos tener determinados aspectos de coincidencia. Me llama la atención que Bildu quiera liderar la izquierda confederal española a la izquierda del PSOE. Nosotros somos un partido nacionalista de obediencia exclusivamente vasca, y en todas nuestras negociaciones con el Gobierno español vamos a priorizar la agenda vasca. 

Junts se ha opuesto a la reducción de la jornada laboral, y la respuesta de Yolanda Díaz no invita a la reconciliación, ya que los acusa de un intento de chantaje. Usted acaba de estar en Barcelona. ¿Cómo ha recibido Junts sus palabras y qué viabilidad le da el PNV a la legislatura en este contexto?

Nosotros no hemos votado lo mismo que Junts, pero lo que no puede ser es que una ministra, por el hecho de que no se apruebe algo que ella propone, insulte a otro grupo. La reacción de la ministra fue una sobreactuación y no hace más que reforzar ese marco de la polarización en el que o eres de los buenos o eres de los malos. Y eso es muy nocivo para la política. 

El PNV tampoco está satisfecho con la actitud de Díaz por el bloqueo en la transferencia de las prestaciones del paro. ¿La ministra no sabe manejar la situación en Sumar?

Los acuerdos firmados se tienen que cumplir, y ya vale de excusas. A veces se olvida de que es ministra porque el PNV votó la investidura del presidente de su gobierno y los acuerdos se tienen que cumplir. 

“El Gobierno del Estado tiene que impulsar el debate de la multirreincidencia que está pagando la ciudadanía”

Cuando Aitor Esteban dice que ya se ha acabado la fase en que los socios tragaban, ¿quiere decir que, si no hay transferencias, están dispuestos a retirar el apoyo al Gobierno de Sánchez? 

No, nosotros tenemos claro que las legislaturas tienen distintas fases. En la primera fase, hay un voto de confianza porque hay más tiempo y las cosas tienen que empezar a rodar. Pero cuando el tiempo va pasando y los resultados no van llegando tanto como a uno le gustaría, se siente también más libre para votar iniciativa por iniciativa en función del contenido. Es lo que nosotros vamos a hacer a partir de ahora, analizar cada una de las iniciativas por separado y negociarlas y votarlas en consecuencia. Pero nunca hemos formado parte de ningún bloque. Somos un partido de obediencia vasca que presta sus cinco votos en el Congreso dependiendo de los intereses de Euskadi.

¿Los ha sondeado ya el Gobierno español sobre los Presupuestos?

Hay conversaciones con el Gobierno español permanentemente pero, cuando presenten los Presupuestos, comenzaremos a hablar.

¿Pero qué viabilidad le ve el PNV a la legislatura más allá de que haya o no Presupuestos? Ha caído la reducción de la jornada laboral, el fiscal general está siendo investigado... 

Buena pinta no tiene. Pero veremos, dependerá de la capacidad que tengan de acordar con quienes pueden ser sus socios, la capacidad que tengan de cumplir lo que han firmado. Si son capaces de cumplir, sus socios estarán apoyando las iniciativas; si incumplen, los socios tendrán las manos más libres para poder votar en consecuencia. Veremos también cuánto puede durar un gobierno que no es capaz de sacar un solo Presupuesto ni las iniciativas.

La semana que viene celebrarán en París su regreso al edificio incautado por el fascismo. El PP pone el foco en la renta económica para el PNV, y otros ámbitos plantean su reconversión en un edificio de memoria histórica. Ustedes se centran en la devolución en sí misma...

Es que no tiene que ver con el dinero ni con el ladrillo, sino con la libertad del pueblo vasco y la lucha antifranquista que es la que siempre ha abanderado el PNV. Es un símbolo del Gobierno vasco en el exilio a través de un edificio que fue sufragado por militantes del PNV, y es de justicia que se devuelva al legítimo propietario el edificio arrebatado por el franquismo. 

El lehendakari ha abierto una reflexión en su Gobierno para actuar ante el genocidio en Gaza. ¿Se refiere a pedir la expulsión de los equipos de deporte israelíes, a las relaciones comerciales tras las medidas de Sánchez...?

Lo del Gobierno de Netanyahu nos parece inaceptable en términos de derechos humanos y es hora de que Europa pueda adoptar decisiones contundentes de verdad para ver si entre todos es posible presionar al Gobierno de Israel para que ponga fin al genocidio. Estamos viendo qué tipo de contratos hay, el cumplimiento que se hace de la normativa y, en ese sentido, una vez se tenga el análisis, se tomará una decisión. 

¿Cuál es la posición del PNV sobre la moción de censura de la izquierda contra la presidenta de la Comisión Europea? Bildu les toca la fibra sensible y esgrime el acuerdo arancelario que penaliza al acero vasco.

La extrema derecha y la extrema izquierda se tocan porque las dos han presentado moción. La política europea había sido hasta ahora capaz de abstraerse de esos extremos, y de tejer grandes consensos moderados. El futuro está en el centro y los acuerdos entre diferentes. Nos tuvimos que alejar de los extremismos cuando presentó la moción la extrema derecha, y nos tendremos que alejar ahora que la extrema izquierda hace lo mismo. 

¿Tienen una hoja de ruta para la ponencia de mejora de la calidad democrática del Parlamento?

Pretende ser un entorno discreto. Es importante mantener un buen clima en Euskadi, y la ponencia puede servir para tejer buenas relaciones y establecer códigos en línea con lo que propuso el lehendakari.