La fundación europeísta eAtlantic que preside el lehendakari ohia, Iñigo Urkullu, ha dejado buena parte de los deberes hechos antes de las vacaciones. Su trabajo comienza a despegar con el objetivo de complementar la labor de las instituciones públicas en la defensa del eje atlántico y para conseguir que territorios como la comunidad autónoma vasca no pierdan influencia en la Unión Europea. Tras la presentación de este lobby europeísta el pasado mes de mayo, la fundación ha aprobado ya su primer plan de trabajo con la mirada puesta en la identificación de los proyectos estratégicos para el flanco oeste europeo, y Urkullu ha aprovechado el capital político y la capacidad de interlocución que acumula tras 12 años como lehendakari y lo ha volcado en la ronda de contactos discreta que está manteniendo con embajadas y consulados. 

Además, en sintonía con la apuesta por la colaboración que lanzó durante la presentación de eAtlantic, la fundación ya se ha puesto en contacto con el Gobierno vasco para formalizar esa disposición. La reunión se produjo entre la directora general de la eAtlantic, Marian Elorza, responsable de la Acción Exterior durante la etapa de Iñigo Urkullu en Lehendakaritza; y Ander Caballero, el actual secretario de Acción Exterior con el lehendakari Pradales.

Las reuniones

El último movimiento del que informa la fundación es la ronda de contactos de Urkullu con embajadas y consulados del oeste europeo para exponer el planteamiento de eAtlantic y darles a conocer esta iniciativa de primera mano. La idea es presentar esta fundación como un espacio de reflexión que alumbre propuestas constructivas. El patronato lo forman BBVA, Iberdrola, Kutxabank y Petronor, y cuenta con la presidencia de Urkullu, lo que le abre muchas puertas y da visos de seriedad y profundidad a la propuesta ante sus interlocutores. En estos primeros compases y a la espera de que los contactos se retomen ya en septiembre, Urkullu ha viajado a Madrid para reunirse con la embajadora del Estado francés, Kareen Rispal. Y también ha contactado con los cónsules del Estado francés, Portugal, Reino Unido e Irlanda, para ponerlos al corriente de que los grupos de trabajo y los investigadores tendrán un enfoque internacional. Parece que hay un interés en todas las partes a la hora de contar con representantes cualificados. En relación con este propósito, Urkullu se ha entrevistado por vía telemática con Salustiano Mato, el presidente ejecutivo de la secretaría de Crusoe, que es la conferencia de rectores de las universidades del suroeste de Europa.

Marian Elorza, por su parte, se ha reunido con una de las regiones que pasarían a integrar una futura macrorregión atlántica como lo es la portuguesa Lisboa Vale do Tejo, con el think tank Friends of Europe, y con la secretaría de las cámaras del arco atlántico. Además, Urkullu ya ha activado uno de los dos grupos de trabajo, el que tenía como objetivo adaptar al eje atlántico las conclusiones de los informes Letta y Draghi sobre la pérdida de competitividad europea ante Estados Unidos y China. Este grupo tiene que redactar un informe con “proyectos tractores para desplegar el potencial de la fachada atlántica en términos de competitividad”.