El Gobierno vasco trabaja "a destajo" porque el tiempo corre. En virtud del acuerdo de investidura que firmó el PNV con el presidente español, Pedro Sánchez, este año tendrían que llegar a Euskadi las 25 transferencias que recoge el Estatuto de Gernika y que aún no han sido acordadas por ambos gobiernos. Y la consejera de Autogobierno, Maria Ubarretxena, ha apostado este lunes por negociar mucho y hablar poco, pero sí se le han podido arrancar dos anuncios: por un lado, que está trabajando para que las primeras transferencias relacionadas con la gestión del régimen económico de la Seguridad Social puedan llegar antes de las vacaciones de verano, en la Comisión Bilateral de Cooperación que esperan celebrar en junio o julio el lehendakari Pradales y el presidente Sánchez; y, por otro lado, que confía en desbloquear los obstáculos sobre la cuantificación económica que han impedido materializar la transferencia de las autorizaciones iniciales de trabajo. De todos modos, acto seguido ha evitado cuantificar hasta dónde llegan esas discrepancias financieras y ha aclarado que no es que Euskadi vaya a salir ganando materialmente y vaya a recibir un ingreso con esta transferencia ("tampoco" lo hizo Catalunya), sino que lo importante es que gane autonomía. Al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, tendrá la oportunidad de verlo cara a cara este miércoles tras la reciente operación del socialista, que padece cáncer. Lo verá en otro contexto, en la reunión preparatoria de la Conferencia de Presidentes del 6 de junio donde, como ya adelantó Grupo Noticias, el Gobierno vasco llevará la petición del lehendakari de que se aborde, "por supuesto", la capacidad eléctrica de la industria vasca. Si se incorpora ese asunto al orden del día, Pradales acudirá al encuentro multilateral, aunque para él sea más importante y fructífera la relación bilateral.

Ubarretxena ha realizado sus declaraciones en un desayuno informativo del Fórum Europa, Tribuna Euskadi, que se ha celebrado este lunes en Bilbao y que ha contado con la presencia entre el público del propio presidente del EBB del PNV, Aitor Esteban. Tras una breve presentación del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, la consejera se ha sometido a las preguntas del auditorio y ha revelado también que espera tener pronto las bases de un proyecto de ley para reducir la burocracia de la administración, la Ley de Simplificación y Agilización, que se presentaría en septiembre.

Además, ha realizado un balance cuando está a punto de cumplirse un año desde la investidura del lehendakari Pradales. "Somos un equipo compacto, estamos trabajando con muchísima ilusión, y en este momento de incertidumbre tenemos que ofrecer un mensaje de confianza y ambición. Es verdad que hay problemas y no los vamos a negar, y hay cosas que mejorar. Hemos asistido a cierres de empresas, tenemos colas de espera en la sanidad pública pero hemos logrado acortarlas y está el pacto de salud en marcha, pero también administrativamente se puede dar una respuesta más rápida a la ciudadanía... Tenemos que crecer como país y fortalecer los servicios públicos, ofrecer oportunidades para los jóvenes, el grupo de defensa para la industria... Y estamos tendiendo la mano, dialogando con la parte social, sindical, con los partidos políticos...", ha puesto en valor. Aunque se le han formulado algunas preguntas sobre las últimas fricciones con el PSE, ya son agua pasada y nadie quiere ahondar en esta cuestión.

"Velocidad de crucero"

Sobre las transferencias, ha recordado que tienen que llegar todas "para final de año". "Estamos trabajando a velocidad de crucero, pero las semanas van pasando y tenemos un trabajo ingente por delante. En casi un año hemos podido cerrar cuatro materias (litoral, cine, autorizaciones iniciales de permisos de trabajo para los extranjeros y meteorología) y ahora estamos abordando el bloque de la gestión de la Seguridad Social y la protección social. Tenemos cuatro bloques: el de la Seguridad Social; uno con puertos y aeropuertos, otro con seguridad pública, y el de hacienda, finanzas y empresa. Queda mucho trabajo por delante y exige trabajo de cocina", evidenció. Por ahora, el Gobierno vasco había decidido desbrozar el camino con las transferencias menos complejas de la Seguridad Social, las prestaciones no contributivas relacionadas con los cuidados familiares, y las prestaciones de desempleo. Hasta ahora, esta cuestión siempre había sido tabú, pero el traspaso del IMV ya permitió abrir la espita.

En ese contexto, Ubarretxena añadió que las competencias son complejas y reveló que aún "no hemos materializado la Comisión de Transferencias para los permisos de trabajo", una cuestión que está acordada desde hace semanas a nivel político pero que "conlleva una valoración económica". "En las autorizaciones de trabajo estamos en un tira y afloja porque las valoraciones económicas se hacen sobre los Presupuestos del Estado aprobados, y el último aprobado es el de 2023, y lo que pide Euskadi es que ese traspaso se pueda materializar en base a los Presupuestos de 2023. El Estado ha hecho una estimación de 2024, pero nosotros no podemos aceptar estimaciones. No solo se trata de un acuerdo político, sino de letra pequeña, y cada traspaso que parece sencillo lleva un trabajo ingente por detrás", explicó. ¿Cree que Sánchez va a cumplir los compromisos y va a terminar la legislatura? "Nosotros tenemos un compromiso y no tenemos por qué dudar. Vamos a poner todo de nuestra parte y confiamos en que la otra parte también lo va a hacer. Estamos trabajando a destajo porque cada día es una oportunidad", aclaró.

Sobre la posibilidad de cerrar alguna transferencia de la Seguridad Social en junio o julio, dejó ver que la intención es esa: "Estamos trabajando para que eso pueda ser así, veremos si podemos llegar o no. Como siempre digo, necesita más labor de cocina que titulares". Para el Gobierno vasco, la relación más importante con el Gobierno español es esta, la bilateral, aunque el lehendakari acudirá a la Conferencia de Presidentes con las comunidades autónomas si se habla de energía, porque Euskadi necesita "inversión".

Desburocratizar la administración

Sobre el proyecto de ley para reducir la burocracia en la administración, recordó que ya se han aprobado algunas actuaciones como reducir el procedimiento de elaboración de leyes y decretos de nueve meses a cinco, este año se espera simplificar el papeleo de los trámites más utilizados (como la RGI, Emantzipa y las ayudas por hijo), y se está estudiando "cómo podemos reducir los plazos de información". En cuanto al proyecto de Ley de Simplificación y Agilización administrativa, están trabajando en él las tres diputaciones forales, Eudel y Gobierno vasco, y para septiembre se espera tener un proyecto articulado. "Hemos desarrollado ya un borrador", dijo, para añadir que la intención es que el proyecto sea compartido. En paralelo, se trabaja con el objetivo de agilizar los trámites para descarbonizar la industria y los relacionados con el departamento de Alimentación. También reveló que, para que la paz social en la administración pública sea duradera tras los acuerdos en la Ertzaintza y educación, tienen abiertas las mesas de negociación en general y se espera llegar a un acuerdo sobre el teletrabajo y otras cuestiones que puedan generar confianza en todos los niveles.

En materia de migración y después de que el lehendakari despejara cualquier malentendido sobre su reflexión en torno a la migración que llega y la que necesita Euskadi, no quiso remover la polémica y recordó que su madre es de Zamora y vino a Euskadi con siete años. "A mi abuelo siempre le he oído decir que Euskadi le permitió sacar a su familia adelante. Es una historia con valores de esfuerzo y compromiso. Esta historia de mis abuelos es la de muchísima gente que vive en Euskadi, de compromiso. Esos son los mejores valores", recalcó.