El choque de interpretaciones, o el malentendido, ha llegado a su final. Imanol Pradales quería poner fin al culebrón, y este viernes ha tenido la ocasión de aclarar lo que quería decir cuando abrió una reflexión sobre la migración que recibe Euskadi y la que necesita. Sus palabras, sacadas de contexto, provocaron un bucle de réplicas y contrarréplicas con sus aliados socialistas y en algunos ámbitos políticos se interpretó que pretendía filtrar las llegadas y aceptar solo a las personas con una alta cualificación. El lehendakari ha aprovechado las preguntas que le ha formulado la oposición en el pleno de control del Parlamento Vasco para afianzar cuatro ideas: por un lado, que él no ve la migración como un riesgo o una amenaza como hacen las formaciones de ultraderecha o derecha, sino como una oportunidad y también como un reto que exige una gestión ordenada y no ponerse de perfil; por otro lado, que "todas" las personas tienen derecho a buscar una vida mejor; en tercer lugar, que es necesario activar un plan en el Estado y que Euskadi gane también mayor capacidad de gestión y, por último, que se deben ofrecer respuestas desde la "seriedad y responsabilidad" para "no alimentar a formaciones como Vox, que están creciendo por la incomparecencia de partidos democráticos que han representado la centralidad en las sociedades avanzadas". 

De hecho, en respuesta a una pregunta de esta formación, ha tenido la ocasión de tumbar todos sus postulados y anunciar que combatirá "con todas las fuerzas" su discurso. Se da la circunstancia de que la delegada del Gobierno español, la socialista Marisol Garmendia, venía de comparar al PNV con la "caverna" de PP y Vox, pero en el pleno se ha constatado el choque de modelos con la ultraderecha, que ha vuelto a vincular la migración con la delincuencia y ha criticado los valores culturales que no sean los occidentales.

El discurso del lehendakari, que puso en valor el pacto migratorio vasco y marcó distancias con la derecha, surtió efecto: el líder socialista, Eneko Andueza, dio por zanjadas las discrepancias; y el parlamentario Jon Hernández, de Sumar, iba con la intención de que aclarase si su Gobierno pretende seleccionar qué migrantes son acogidos en Euskadi, y terminó declarándose satisfecho al ver que Pradales, a su juicio, "ha recogido cable". Unos segundos antes, el lehendakari se había enfrentado también al PP en el pleno, le había recordado unas palabras del papa Francisco y había rechazado la sombra de sospecha que pretende extender sobre la renta de garantía de ingresos o el porcentaje de migrantes que trabajan. Si el jueves ya escenificó con la alcaldesa socialista de Gasteiz que hay que dejar atrás el cruce de reproches entre socios, con su discurso en el Parlamento comienza a reconducirse también la interpretación que había provocado su reflexión en otros partidos, que Pradales cree que se debe a que no se han escuchado en su totalidad sus palabras. Ahora bien, tampoco compra la inacción de otros partidos, y a Sumar le pidió que se moje y que asuma el reto migratorio.

Pradales tenía que responder a preguntas de Sumar y de Vox. En primer lugar, pidió consultar sus declaraciones íntegras en lugar de leer las interpretaciones de cada uno, recordó que realizó su reflexión en el marco de un debate sobre el invierno demográfico y la atracción de talento, añadió que en ese momento pidió un plan migratorio y recordó que la comunidad autónoma vasca ha recibido en los últimos cinco años 75.000 personas. En el pleno del Parlamento, el lehendakari avisó de que no se puede mirar hacia otro lado.

Y, tras escuchar la intervención de Vox, rechazó sus postulados: "Señora Martínez, cuando hablamos de migración hablamos de personas. De personas con nombres y apellidos que buscan un futuro mejor. Es una cuestión demasiado compleja como para caer en simplismos o alimentar la demagogia, xenofobia y populismo que impulsa su partido. La posición que usted defiende está recogida en su programa y es inaceptable: Vox impulsará un bloqueo naval que proteja las costas de la llegada masiva de inmigrantes. Inaceptable. Dicen también que cualquier inmigrante que haya entrado ilegalmente en España estará incapacitado, de por vida, a legalizar su situación. Inaceptable. Son inaceptables las palabras de sus líderes cuando equiparan directamente inmigración y delincuencia. Metiendo a todos en el mismo saco. No solo estoy en contra de sus postulados y afirmaciones. Las combatiremos democráticamente con todas nuestras fuerzas".

"Es una cuestión de principios, de derechos humanos, porque toda persona tiene derecho a vivir una vida mejor y a prosperar. El modelo vasco de acogida que llevamos desarrollando desde hace dos décadas es nuestra guía", reivindicó, para añadir que "los vascos hemos emigrado en busca de un futuro mejor hasta hace muy pocas décadas". Amaia Martínez no se lo admitió y dijo que no se puede comparar a los africanos "que saltan vallas" con los migrantes de otros puntos del Estado español. 

"Sobran la demagogia y la xenofobia"

Pradales insistió en abordar el debate desde la "seriedad y la responsabilidad". "Debemos hacerlo por una sencilla razón: para no alimentar a formaciones como Vox, que están creciendo por la incomparecencia de partidos democráticos que han representado la centralidad en las sociedades avanzadas. Lo hemos visto en Alemania, Francia, Austria y, ahora, en Portugal. No vale mirar a otro lado. La obligación de este Gobierno es atender y gestionar este tema. Urge una política migratoria que aborde esta cuestión desde el máximo rigor. Urge un plan estructural en el Estado que se incorpore en el Pacto Europeo sobre Migración y Asilo. Y sobran la demagogia, la xenofobia y el partidismo que destilan sus palabras, señora Martínez", despachó.

Modelo vasco como referencia

En cuanto a Sumar, el lehendakari le quiso hacer ver que están llegando a Europa cuatro millones de personas migrantes; que en el Estado el saldo migratorio fue de 640.000 personas en 2023, y que estos últimos 5 años han llegado 75.000 personas a la comunidad autónoma vasca, y cada día se incorporan 30 alumnos de procedencia extranjera a las escuelas vascas. "Nos corresponde garantizar una acogida inclusiva y efectiva", dijo. En ese sentido, reivindicó que Euskadi cuenta ya con una "base sólida", el Pacto Social Vasco para la Migración. Y le lanzó algún dardo, como que el 3 de abril se aprobó con el apoyo del 88% del Parlamento Vasco (PNV, PSE y EH Bildu) una apuesta por "una migración ordenada, segura y regular, basada en los principios de la defensa de los derechos humanos, la cohesión social y la integración”, y Sumar se abstuvo. Este partido se desmarcó por la alusión a la migración ordenada, pero es la misma que aparece en el pacto mundial suscrito por 160 países en 2018. "Abstenerse ante esta realidad, señor Hernández, es no hacer nada, no mojarse. Mójense, están a tiempo", recriminó al portavoz de este partido.

Pradales cree que las políticas de acogida y atención de Euskadi son las más avanzadas del Estado, con la red aholku sarea, los programas Trapezistak, Harrera... que permiten atender hoy a casi 15.000 personas migradas en Euskadi. Y añadió que su gobierno está trabajando con el Ejecutivo español, en el que participa Sumar, para que Euskadi gane capacidades para gestionar esta cuestión. Volvió a recordar que, en la Comisión Permanente de noviembre, pidió al presidente Pedro Sánchez la transferencia de las autorizaciones de trabajo (ya acordada, y que en teoría se va a materializar el 1 de julio), reforzar la cooperación con los países de origen, y evaluar los perfiles concretos de necesidades del mercado de trabajo.

53% de los compromisos del Gobierno vasco en marcha

El lehendakari hizo también balance de la gestión de su gobierno en respuesta al PP. Puso en valor que, en estos 11 meses, aunque el PP pinte a Euskadi como si fuera "Mordor", la recaudación de las haciendas vascas ha crecido un 11% hasta abril, el empleo ha aumentado un 9% en las cooperativas vascas en los últimos cuatro años, la facturación de la máquina herramienta creció un 7% y las exportaciones un 8% y los vascos "puntúan su satisfacción con la vida con una media de 7,4 sobre 10, según los datos de la Encuesta de Bienestar Personal”. "En ningún momento he ocultado los problemas y las dificultades. Las enfrentamos. Ahora bien, en solo 11 meses, hemos puesto en marcha el 53% de los 1.000 compromisos e iniciativas acordadas entre el PNV y el PSE", dijo.