La votación final de los Presupuestos en el Parlamento Vasco ha servido también para derribar como un castillo de naipes las lecturas que están haciendo los medios de comunicación próximos a la derecha en el Estado español. En Madrid se especula con un acercamiento entre el PP, el PNV y Junts porque han tumbado en el Congreso el gravamen sobre las empresas energéticas, pero parten además de una premisa inexacta, ya que los jeltzales rechazaron esa tasa por cuestiones relacionadas con el autogobierno, porque las haciendas forales no podrán recaudarla si no se convierte en un impuesto. Pero, al margen de ese dato, el presidente del PP de la CAV, Javier de Andrés, aprovechó su segundo turno de intervención en el Parlamento Vasco para aclarar que la coincidencia de voto en el Congreso es “eventual”, algo puntual, porque, cuando el PNV necesita que Pedro Sánchez le saque adelante alguna reivindicación, “van a piñón”. A su juicio, el PNV solo se desmarca del Gobierno español del PSOE y Sumar cuando su voto no es decisivo.

Ese divorcio quedó patente también cuando se refirió a las Cuentas autonómicas. De Andrés aseguró que el PP no puede apoyar los Presupuestos porque defiende un Gobierno más austero, sin tantos asesores, y no puede confiar en este Ejecutivo porque “no merece” su confianza. Una de sus referencias más sonadas fue la que comparó la política vasca de vivienda con los médicos del siglo XIX, que aplicaban sanguijuelas en lugar de transfusiones de sangre a los pacientes y, al ver que el enfermo no se curaba, creían que la solución era aplicar más y más sanguijuelas, en lugar de cambiar de tratamiento. “Tendrán que pensar que igual es el momento de hacer otra política y dejar de poner sanguijuelas”, dijo.

Además, utilizó un argumento de manera un tanto confusa y sin que quedara claro si pedía revisar el Cupo para que la comunidad autónoma vasca pague menos al Estado español. Para defender que la industria está “en declive” y que el Gobierno vasco lo oculta, dijo que el PIB ha caído desde el 6,30% hasta el 5,89%, pero se sigue pagando un 6,24% de Cupo, “cuando la cifra de referencia sería ese 5,89%”. Se preguntó si lo hacen para ocultar los datos. Por otro lado, volvió a deslizar que hay un “efecto llamada” de migrantes por la RGI.

Sumar solo accede a pactar leyes puntuales

Desde Sumar, Jon Hernández también rechazó los Presupuestos, en este caso con el argumento de que son la principal ley que marca la hoja de ruta de un Gobierno y no pueden respaldarla porque incluye políticas que rechazan, como el peso de la escuela concertada. A partir de ahí, matizó que no renuncia a “influir” en el Gobierno vasco, pero apostó por hacerlo en leyes puntuales. Eso sí, volvió a matizar que tampoco le importa tanto influir como defender la “alternativa” para la que ha sido votado. Vox también votó en contra porque su proyecto está “en las antípodas”.