Imanol Pradales ha salido este jueves al paso de las declaraciones de EH Bildu, que cuestiona con carácter general la ambición del PNV en todos los ámbitos y también en el terreno del autogobierno. El candidato jeltzale a lehendakari aprovechó una entrevista concedida a ETB-1 para poner en evidencia la “contradicción” que supondría que EH Bildu acuse al PNV de carecer de ambición en materia de autogobierno, cuando la izquierda abertzale ha minusvalorado durante cuatro décadas lo conseguido bajo el liderazgo institucional del partido jeltzale y, además, sigue respaldando la Ley de Vivienda estatal aunque todos los partidos nacionalistas vascos, catalanes y gallegos admiten que hay una invasión competencial, también la CUP, una fuerza anticapitalista. “Bildu ha venido a la senda del PNV. Hablan de autogobierno, cuando hasta ahora nunca lo hacían. Se muestran preocupados por nuestros instrumentos propios, aunque al mismo tiempo apoyan una ley española, como la de Vivienda, por ejemplo. Bienvenidos al ámbito del autogobierno, que ha sido liderado por el PNV durante 45 años”, respondió Pradales, restando así credibilidad al mensaje de EH Bildu.

El candidato jeltzale volvió a recordar que el PNV defiende que se controlen los precios de la vivienda, pero pide que se haga desde Euskadi, no fijando los requisitos desde Madrid. “Gestionemos en Euskadi”, insistió. Volvió a esgrimir que el 35% del parque público es vasco aunque la comunidad autónoma solo representa el 5% de la población; o que el Gobierno de Urkullu ha activado una ayuda de 300 euros para las personas de entre 25 y 29 años. Deslizó que el PNV quiere darle una pensada a los límites de rentas para que cubran a algunos jóvenes que se han quedado fuera del paraguas.

Bildu en 2022: un control de precios "adaptado a las especificidades" vascas

Desde que se confirmó el recurso contra la Ley de Vivienda estatal por parte del Gobierno vasco y sin los consejeros del PSE, EH Bildu ha vuelto a acusar al PNV de poner trabas a las soluciones. En realidad, cuando comenzó la tramitación de la ley estatal, el PNV ya aclaró en el Congreso que su apuesta era una ley meramente habilitante, es decir, una ley que permitiera tomar decisiones a las comunidades autónomas, pero sin imponer sus requisitos para declarar las zonas de mercado tensionado. Se da la circunstancia de que, en el acuerdo suscrito entre el Gobierno vasco y EH Bildu para los Presupuestos de 2022, ambas partes parecían apuntar ya en esa dirección: se comprometían a que, cuando se aprobase la ley estatal, se pusiera en marcha en Euskadi “un sistema de control de precios del alquiler privado, adaptado a las especificidades de la realidad vasca”. Es decir, un acuerdo adaptado a las circunstancias vascas, no un marco estatal que cortara a todos por el mismo patrón, que es lo que finalmente resultó ser la Ley de Vivienda del Gobierno de Sánchez si se tiene en cuenta que ya fija los criterios para declarar las zonas tensionadas. 

La ley estatal establece de antemano que podrán declararse zonas tensionadas si el alquiler y los suministros básicos superan el 30% de la renta media de los hogares o si el precio ha crecido tres puntos sobre el IPC en cinco años. El margen que le ha quedado a la comunidad autónoma es ejecutar esos criterios y determinar qué zonas del mapa son las tensionadas con los datos estadísticos de los que dispone.

EH Bildu siguió defendiendo este jueves por boca de Nerea Kortajarena que la ciudadanía reclama soluciones y no obstáculos, y que el recurso al Tribunal Constitucional lo ha puesto un Ejecutivo “en funciones” pero, en realidad, el Gobierno vasco no entrará en funciones hasta que se celebren las elecciones.

Pradales reconoció que la Ley de Vivienda estatal se redactó con un “buen propósito”, limitar los precios del alquiler; pero añadió que los resultados han sido otros, porque está “desapareciendo oferta de alquiler y se están encareciendo” los pisos que quedan en renta. Y, por otro lado, añadió la invasión competencial. “Es muy preocupante la posición de EH Bildu y que, al mismo tiempo, diga que al PNV le falta ambición”, afeó.

Movilizar el voto

El candidato jeltzale respondió también a una pregunta sobre la movilización del voto, tras una secuencia de resultados electorales donde parece que el principal problema que aqueja al PNV es que parte de sus simpatizantes se han quedado en casa. Partiendo de la premisa de que “en una democracia fuerte” es mejor que se movilice el voto y que la participación sea alta, Pradales reconoció que ese ha sido siempre el objetivo del PNV, pero quizás ahora lo sea específicamente: “La abstención ha traído un resultado para el PNV, y una participación alta traería otro”. Confió en poder activar a la militancia con propuestas y con la idea de que las próximas elecciones son “muy importantes” para el devenir de Euskadi.