En las negociaciones contrarreloj, y hasta el último minuto, que el PSOE mantiene para lograr este miércoles la convalidación de los tres decretos que aprobó el pasado diciembre –sobre medidas anticrisis, la reforma del subsidio de desempleo y justicia–, Junts, uno de los grupos que se mantienen en el no y cuyos votos son imprescindibles dado lo ajustado de la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez, se ha descolgado con una exigencia que sorprendió a propios y extraños: que las empresas que trasladaron su sede fuera de Catalunya durante el momento álgido del procés “puedan ser sancionadas” si no regresan.

Así lo aseguró el portavoz de Junts, Josep Rius, que planteó a su vez que las firmas que decidan volver o aquellas que mantuvieron su sede en Catalunya puedan beneficiarse de “incentivos fiscales”. Respecto a los tres decretos ley, insistió en reclamar a Moncloa que los retire y que se presenten de nuevo separados por temáticas y acordados de antemano con su grupo parlamentario.

Las patronales, tanto catalana como española, rechazaron de plano la propuesta que puso sobre la mesa el partido posconvergente. En cuanto al Gobierno español, se mostró dispuesto a incentivar la vuelta de las empresas a Catalunya, no así a sancionar a las que no quieran hacerlo. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, y el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, insistieron tras el Consejo de Ministros en que “la seguridad jurídica” caracteriza el Ejecutivo de Sánchez, y en esos parámetros se mantendrá.

En esta línea, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, expresó su disposición a fomentar la vuelta de empresas a Catalunya, aunque no fue tan explícito sobre la exigencia de sanciones para las que descarten esta opción. Sobre la negociación, dijo que no se cierran a aceptar enmiendas de los grupos parlamentarios a los decretos.

Más taxativo, el Govern de Catalunya, de ERC, se desmarcó de la propuesta de Junts. Así, la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, aseguró que “no se contempla, no está sobre la mesa” multar ni dar incentivos fiscales a las empresas que trasladaron su sede social con el fin de que regresen a Catalunya.

La vía del PP, agotada

A apenas unas horas de las votaciones, que podrían prolongarse hasta entrada la noche, el PSOE y sus socios de Sumar ponen todo el peso de la negociación en los siete votos de Junts y no tanto en los cinco de Podemos, que insisten en que votarán contra el decreto sobre el subsidio de desempleo para mayores de 52 años si no se suprime el recorte a las cotizaciones previsto.

Por su parte, el Gobierno de coalición da por agotada la vía de las conversaciones con el PP para salvar los decretos si les falla finalmente Junts después de que el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, insistiera ayer en que no apoyarán su convalidación. Por el momento, han confirmado que votarán a favor de los tres decretos ERC, EH Bildu, el PNV y Coalición Canaria, mientras que BNG sigue decidiendo el sentido de su sufragio aunque su predisposición es “positiva”.