Tras un intenso cierre de año marcado por la moción de censura en Iruña, 2024 arranca con menos agenda electoral en el horizonte pero igual de trascendente y con la misma tensión política con la que cerró el año anterior. No habrá elecciones generales pero la polarización seguirá marcando la actividad política, tanto en Euskadi como en Madrid, con las elecciones europeas del 9 junio en el horizonte. Una cita tradicionalmente intrascendente que la derecha tratará de convertir en un plebiscito en torno a la figura de Pedro Sánchez y de sus pactos de Gobierno. No hay tregua en la campaña electoral permanente, aliñada en este inicio de año además con las elecciones de Galicia (18 de febrero) en febrero y las de la CAV, estas todavía sin fecha, aunque todo apunta a abril. Estos son algunos de los hitos políticos y fechas clave del año que acaba de empezar.

El equilibrio político va a ser difícil en Madrid, donde el Gobierno necesita el apoyo de todos sus aliados en todas las votaciones. El PP y Vox no van a dar tregua en un año que vendrá marcado por la tramitación de la Ley de Amnistía, que podría ver la luz antes de verano. | FOTO: EFE

Para febrero están previstas elecciones en Galicia, la primera prueba electoral tras la investidura de Sánchez, en plena tramitación de la ley de amnistía. Más influencia tendrán las elecciones de la CAV para las que no hay fecha todavía, pero que posiblemente serán en un contexto de relevo generacional. PNV y EH Bildu han optado por caras nuevas en su camino a Lehendakaritza. Un objetivo en el que los socialistas seguramente podrán inclinar la balanza con la previsión de un nuevo pacto PNV-PSE. La duda está en si ambos partidos reeditarán su mayoría absoluta o si deberán abrir su acuerdo al espacio Sumar/Podemos, pendiente de definir, a EH Bildu o, incluso, al PP.

La otra gran cita política del calendario son en cambio las elecciones europeas. Entre el 6 y el 9 de junio –el 9 en España– millones de personas acudirán a las urnas para elegir al nuevo Parlamento Europeo. Una cita que generalmente despierta poco interés ciudadano pero que esta vez tiene especial relevancia. De entrada por la propia composición de la nueva Eurocámara, en la que la extrema derecha va a tener especial protagonismo. Los partidos ultras están creciendo en Europa y un buen resultado puede poner en riesgo el tradicional equilibrio entre las familias socialista, liberal y conservadora que históricamente han consensuado la línea política de la Unión Europea. En un momento en el que la UE debate su expansión y apuesta por una mayor integración política, la extrema derecha euroescéptica surge como la principal amenaza para la Unión.

Estas elecciones tendrán también una lectura interna. El PP ya ha puesto el foco en el 9 de junio y tratará de convertir los comicios en una prueba para el Gobierno de Sánchez y sus acuerdos. Para entonces, el Ejecutivo central debería tener aprobados ya los presupuestos y prácticamente tramitada la ley de amnistía. Dos elementos que la derecha aprovechará para poner en foco en los aliados del PSOE.

Las europeas serán también una batalla en la izquierda, entre Sumar y Podemos. Dos partidos enfrentados desde las últimas elecciones y que tratarán de defender un espacio propio, unos desde el Consejo de Ministros y otros desde fuera. El resultado marcará la relación entre ambos en el futuro y puede condicionar también la propia mayoría del Gobierno, de la que Podemos ha empezado ya a marcar distancias.

Ley de amnistía

El año en todo caso va a estar determinado por el difícil equilibrio de mayorías en Madrid, donde el Gabinete de Sánchez va a tener que lograr el apoyo de todos sus aliados todos los días, y Junts ya le ha enseñado los dientes anunciando que no validará este miércoles los primeros decretos. La ley de amnistía estará presente en el debate político durante prácticamente todo el año. El calendario comenzará ya esta semana con el debate de las enmiendas a la totalidad del PP y de Vox. No saldrán adelante pero servirán para poner en primera línea política nuevamente la amnistía. Después vendrá su tramitación en comisión, más tarde el debate en el Senado para su aprobación definitiva en abril o mayo. Lo que dará paso a un proceso judicial tan largo como incierto.

Por su parte, el Parlamento de Nafarroa arranca el año con el reto de sacar adelante los Presupuestos. El Ejecutivo foral presenta este miércoles su anteproyecto, iniciando un trámite que, salvo sorpresa, finalizará con su aprobación definitiva a principios de marzo. Previsiblemente con el apoyo de EH Bildu, ahora comprometido en la gobernabilidad de Iruñaa y necesitado de apoyos allí, por lo que no se esperan dificultades. Las Cuentas serán también un mensaje de estabilidad tras la airada reacción que ha tenido la derecha a la moción de censura en la capital navarra, a la espera de la actitud que a partir de ahora pueda tener UPN, que ha anunciado una ruptura total con el PSN cuyos efectos prácticos están por ver.

La primera prueba será la reforma del Amejoramiento. La próxima semana los partidos deben presentar en una ponencia parlamentaria específica sus propuestas de cambio para la Lorafna, la ley que regula el autogobierno, donde no se esperan grandes modificaciones. El debate es una demanda de Geroa Bai incorporada al pacto de Gobierno pero en el que el PSN no quiere profundizar. Los socialistas han dejado claro ya que no aceptarán propuestas que alteren ni la zonificación del euskera ni la realidad institucional de Nafarroa. Una centralidad en la que el PSN se encuentran especialmente cómodo, pero en la que necesitará del apoyo de UPN, que celebrará su congreso previsiblemente en abril.