Mal trago el que la ha tocado pasar esta mañana al lehendakari, Iñigo Urkullu, en la inauguración del Congreso de Empresa Familiar que se celebra en Bilbao. Durante su intervención, desde el público, donde se sentaban unos 700 empresarios, han surgido murmullos a modo de desaprobación a los pasajes de su discurso en los que se ha expresado en euskera. Fiel a su costumbre, el lehendakari intercaló euskera y castellano. En el acto inaugural también se encontraban el rey de España, Felipe de Borbón, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Fuentes del Ejecutivo vasco han transmitido a NOTICIAS DE GIPUZKOA que se ha tratado de un momento “muy desagradable”. De hecho, ha sido tan evidente el rumor de malestar con el uso del euskera que se ha podido escuchar en la sala, que el lehendakari ha interrumpido su discurso aproximadamente durante medio minuto, antes de retomarlo otra vez.

Al abandonar el acto, el lehendakari ha trasladado tanto al presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, José Miguel Lanzagorta, como al propio Feijóo su malestar. “Son unos maleducados”, les ha señalado. Acto seguido ha abandonado el Palacio Euskalduna para asistir al evento de celebración del 40º aniversario de la presencia de la mujer en la Ertzaintza que estaba convocado momentos después en el Edificio Ensanche, también en Bilbao.

Polémica también el domingo

Según El Economista, el domingo, en la presentación del congreso que tuvo lugar en el Paraninfo de la Universidad de Deusto, ocurrió algo parecido con motivo de la intervención del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, que comenzó en euskera, lo que provocó que se escucharan protestas entre los asistentes. 

No es la primera ocasión en la que el lehendakari se encuentra en una situación parecida. En septiembre de 2021, durante un congreso de juristas también en el Euskalduna, con la presencia de 83 asociaciones de abogacía de todo el Estado, varios de los asistentes llegaron a abandonar la sala cuando Urkullu apenas había comenzado a hablar en euskera. “Cincuenta años después he sentido nuevamente de manera ostensible, el franquismo sociológico existente en España”, ha lamentado el lehendakari. Nadie ha abucheado al rey Felipe de Borbón por haber llegado tarde al evento.